C40 Rotos
Aídan
Mientras mi mujer estaba buscando consuelo en mi desconsolado cuerpo, yo veía al culpable de todas las mierdas que nos rodeaban.
Solo veía a un hombre sin escrúpulos, sin límites humanos y sin ningún tipo de empatía por los demás, que miraba a mi esposa como si la hubiese extrañado, como si tuviera derecho a hablarle o verla y mis instintos más primitivos me dominaron