C43 Epílogo
Amaia
Andrew me había violado...
Me sentí ultrajada, utilizada, asqueada. Me sentí basura, mierda desechable, algo inservible que no pudo defenderse.
Allí tirada, como un pedazo de carne manoseado y esparcida sobre mi propia sangre, juré sobre mi propia vida que nunca jamás dejaría, que un hombre me sometiera.
No sentía dolor, no me sentía el cuerpo. Solo me sentía sucia, vacía