C11 Su puta personal
Tan pronto como Lisa y Alfred entraron en la habitación, Lisa se volvió hacia él con la intención de agradecerle por haberla salvado de aquel monstruo momentos antes, pero Alfred la interrumpió con sus palabras.
"Aquella mesa, no te acuestes, solo preséntame tu espalda", dijo Alfred con un tono gélido. Lisa, sin vacilar y aún temblando por el miedo de lo sucedido en el salón