C152 Presencia tranquilizadora
Una vez fuera de los límites de Berinda, Natalia pudo por fin respirar. Daba la ilusión de que era invencible dentro del reino cuando sólo era un poder prestado. Sólo los dioses tenían el poder de torcer la realidad tantas veces como quisieran. El poder que tomó prestado de Nataroth sólo podía durar treinta minutos como máximo, pero lo utilizó bien