C8 Capítulo 8
Desde el punto de vista de Adwi...
"Piensa, Adwitiya, piensa. No puedes quedarte sentada sin hacer nada; tienes que actuar, tienes que escapar de este maldito lugar, pero ¿cómo? Ugh, Ayyiappa (Dios), ayúdame..."
De repente, mis ojos se posaron en Yuvaan, que estaba garabateando algo en su libreta de dibujo. Miré a mi alrededor, no había nadie, así que me acerqué a él. Levantó la vista, poniendo morritos, y yo le respondí con otro morrito a su lado.
El Diablo con disfraz se había ido a la oficina, y su desagradable esposa había salido, quizás a su trabajo.
"¿Qué estás haciendo, cariño?" le pregunté con dulzura, acariciando su cabecita. El pequeñín estaba dibujando algo incomprensible en su libreta, simplemente probando nuevos crayones sobre el papel.
"Tú malo", dijo él, y yo rodé los ojos. 'Sí, soy mala, gracias por el cumplido, pero tu papá es el peor de todos, es un diablo disfrazado', tenía ganas de gritarle, pero no podía, porque en ese momento necesitaba la ayuda del pequeño.
"Lo siento, amor, no volveré a gritarte", pensé mientras me tocaba las orejas haciendo pucheros de forma exagerada. "Está bien, valeee", suspiró él. Le sonreí y le planté un beso fuerte en la mejilla, y él me correspondió. Vaya, Adwitiya, te has convertido en una niñera.
"Amor, ¿me podrías dar una hoja de papel, por favor?" le pedí con suavidad. Asintió y tomé el papel y el bolígrafo que estaban sobre la mesa. Justo en ese momento sonó el timbre... "Bueno, ahora me voy, tengo trabajo. Jugaré contigo más tarde", dije corriendo hacia la cocina mientras otro mayordomo se dirigía a abrir la puerta.
Tripti entró y fue directamente al dormitorio, llevando a Yuvaan en brazos.
"Pareces adinerado, digo, tu mansión es impresionante. Entonces, ¿por qué trabajas en la empresa de mi padre como gerente?" le pregunté, admirando la mansión. Era hermosa, con una piscina en la parte trasera y habitaciones lujosas... Exudaba lujo, igual que la mansión de mi padre.
"Aha, no, en realidad esto es propiedad de mi madre, me la regaló... Mi abuelo se la había regalado a ella", me explicó y yo asentí con la cabeza.
Mientras pensaba, empecé a dibujar el mapa. Por lo que sabía, no había guardias en la parte trasera de la mansión y podía escapar por ahí... Solo había cuatro guardias en la puerta principal; si Adhyansh se enteraba, podría esconderme un tiempo en el garaje, donde guarda cuatro coches.
Tendría que tomar una ruta por la parte trasera, ugh, y luego caminar al menos 15 minutos para coger un taxi y volver a mi mansión...
Me sentí satisfecha al ver el dibujo terminado. Necesito hacer algo, tengo que irme. No, no iré a ver a papá primero, iré a la policía a presentar una denuncia contra él. No, mejor voy a ver a papá primero, ugh, pero primero tengo que escapar.
Doblé el papel con cuidado y lo escondí en mi bolsillo; coloqué el bolígrafo en el portalápices y seguí con mi tarea de limpiar su habitación y armario...
Él la empujó contra la pared y capturó sus labios en un beso ardiente, lleno de deseo y lujuria. No había amor por su parte, al menos no en ese momento; sus manos se elevaron para rodear su cuello mientras la presión en su cintura aumentaba al luchar por el control. Tras romper el beso, él bajó sus labios hacia su mandíbula y luego a su cuello, mientras sus dedos trazaban su escote, arrancándole un gemido.
"Uhh, Adhyansh", jadeó ella, y luego gimió al sentir cómo él la presionaba con su erección contra su abdomen. Sus labios obraban maravillas, pero la realidad la golpeó fuerte: no, no estaba bien, nunca podría ser, solo eran amigos...
"¡No, para!", lo empujó, haciéndolo tambalear. "Adwi... tiya, nosotros..." él intentó hablar. "Déjame, no quiero hablar", gritó ella, agarrándose el cabello con fuerza. "¡Te he dicho que me dejes, Adhyansh, sal de mi casa, no quiero hablar de nada, solo déjame!", gritó de nuevo, y él se marchó murmurando una disculpa.
Final del flashback...
"Adwitiya, el señor Adhyansh te llama a su dormitorio", le informó una de las criadas.
'Ah, ¿será que el diablo tiene ganas? Maldición, cómo desearía cortarle su maldita cosa', pensó mientras se dirigía hacia las escaleras.
Tocó a la puerta y escuchó su "adelante". Vamos, Adwitiya, no puedes golpearlo, tienes que mantener el control...
"¿Me llamó, señor?" pregunté con voz baja, mirando hacia mis pies. "Acércate", ordenó él. Oh, sí, ahora seguramente me pedirá que me desnude, ugh, no, eso no lo quiero.
Avancé hacia él, manteniendo una distancia prudente, pero entonces él me agarró de la muñeca y me jaló hacia su regazo. Maldito hombre...
"¿Qué estás haciendo?", dijo. 'Señor' mis narices, tienes que controlarte, ¿de acuerdo, Adwitiya? Vale, Adwitiya, dije VALE, REINA ADWITIYAAAA!!!
"¿Qué has hecho todo el día?", preguntó, rodeando mi cintura con sus brazos. 'Si me has convertido en tu criada, obviamente he estado trabajando, animal, perro, desgraciado...'
"Te hice una pregunta, Adwitiya", murmuró mientras rozaba su nariz en mi cuello, provocándome escalofríos. "Trabajo, señor. Limpié su habitación, lavé su ropa y luego preparé el almuerzo", respondí. Ugh, todo por su culpa, mi último año está en peligro... Quiero estudiar, maldita sea.
"Buena chica", dijo él, deslizando sus dedos desde mi brazo derecho hasta el hombro. Y tú eres un maldito perro macho...
"Umm, señor, tengo trabajo que hacer", alcancé a decir, retorciéndome un poco cuando me mordió el lóbulo de la oreja. "Tu trabajo puede esperar", murmuró, y con un puñado de mi cabello inclinó mi cabeza para juntar mis labios con los suyos. Me quedé paralizada porque no quería corresponderle. Por favor, que alguien me ayude...
El teléfono comenzó a sonar y él interrumpió nuestro beso con un gemido. Tomó el teléfono, echó un vistazo al identificador de llamadas y me clavó la mirada, sus ojos marrones fijos en mi rostro por unos instantes, lo que me hizo sentir nerviosa. "Ve y termina el trabajo, nos veremos más tarde", me dijo. Salí corriendo de su habitación, suspirando aliviada.
