C9 Capítulo 9

Ayyiappa significa Dios.

"¿Por qué me ignoras de esta manera, eh?" gritó, provocando que ella se sobresaltara. "No te estoy ignorando", dijo ella, mirando a su alrededor.

"Sí me estás ignorando, Adwitiya, ¡SÍ LO ESTÁS!" exclamó él, atrayéndola hacia sí mientras sujetaba su brazo con fuerza. "¡Suéltame, Adhyansh, me estás lastimando!" Ella intentaba zafarse de su agarre.

"¿Así que te hago daño, eh?" soltó sus brazos y luego le acarició las mejillas con delicadeza. "Entonces dime, ¿qué me estás haciendo tú a mí? Me lastimas, Adwitiya, me estás lastimando. Han pasado diez días y ni siquiera me hablas, ignoras mis llamadas y mensajes, todo por aquel día..." Ella lo interrumpió. "Ese día no pasó nada, está bien, fue solo un error."

"No, Adwitiya, no fue un error. Estábamos a punto de hacer el am—" Ella lo interrumpió gritando: "¡No te atrevas a decir esa palabra! Estábamos a punto de acostarnos y me alegro de que nos detuviéramos. Somos solo amigos y los amigos no hacen esas tonterías."

Él soltó una risa amarga y la atrajo aún más hacia sí. "¿Amigos, dices? ¿A quién intentas engañar? Han pasado diez meses desde que rompiste con Divyank. He hecho de todo por ti, desde cumplir tus antojos de helado a medianoche hasta llevarte a pasear en mi moto. Y vamos, ese día no fue la primera vez que nos besamos. Deja de huir de lo que sientes", le gritó, acercándola aún más, dejándola sin aliento por su cercanía.

"Te amo, Adwitiya." Ella lo empujó y le propinó una fuerte bofetada. "¡No, no, no! Todo este rollo del amor es una mierda. No te amo, no amo a nadie. Por favor, terminemos con esto. No quiero hablar contigo ni ser tu amiga nunca más. Por favor, déjame en paz", sollozó con fuerza.

Él aplaudió con ironía, con los ojos llenos de lágrimas. "¡Vaya, Adwitiya Mishra, vaya! Eres tan cruel, tan despiadada. ¿Ya terminaste de jugar con mis sentimientos y por eso ahora me pides que me vaya, verdad? ¿Solo porque no soy tan rico como tú? ¡Me estás dejando! Maldita sea, maldita sea, maldita sea, fue un error, todo fue un error. Me enamoré de la persona equivocada, olvidé mi maldito lugar. ¡Maldita sea!" Se cubrió el rostro con las manos, respirando hondo para no romper a llorar en voz alta.

"Déjame, por favor", la oyó susurrar. "Claro, señora, me voy... No volveré a mostrarte mi cara, cometí un error al enamorarme de ti. De todas formas, lo siento, la culpa es mía." Y se marchó, secándose las lágrimas.

Unos días más tarde...

En la mesa del desayuno...

"Adhyansh ha presentado su carta de renuncia. No sé qué le pasa, solo dijo que quiere irse y ni siquiera puedo detenerlo porque su contrato con nosotros termina en dos días", comentó Jaiyush mientras tomaba un sorbo de su café.

Los ojos de Adwitiya se clavaron en él. "¿Te dijo algo, Adwitiya? ¿Como la razón por la que se va?", preguntó Jaiyush, sorprendiéndola.

"Uh, no, ¿por qué me diría algo a mí?", respondió Adwitiya, continuando con su café.

"Oh, entonces olvídalo. Pensé que te lo habría dicho, después de todo, ustedes dos son amigos", dijo Jaiyush. "Él no es mi amigo, ¿de acuerdo? Nadie lo es", replicó ella de repente, levantando la voz. Jaiyush se mostró divertido por su reacción.

"Princesa, tranquila, no quería hacerte enojar", dijo él, acariciándole el cabello. "Lo siento, papá, estoy un poco tensa, no quería gritarte así", se disculpó ella.

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"Adhyansh, ¿cuál es el problema, hijo? ¿Por qué quieres irte?", preguntó Jaiyush. "Señor, no quiero trabajar aquí ni en ninguna otra empresa de Mumbai. Voy a volver a Punjab", respondió Adhyansh. Adwitiya, que pasaba por el estudio de su padre, escuchó a Adhyansh y se detuvo.

'Adhyansh está aquí', pensó.

"Pero, ¿por qué quieres volver a Punjab? Sabes que las oportunidades aquí en Mumbai son mayores que en Punjab y te he visto trabajar duro día y noche. ¿Por qué quieres arruinar tu carrera?", intentó Jaiyush hacerle entender.

"Señor, lo siento, no puedo decirle la razón. Solo quiero irme. Ya he empacado mis cosas y reservado los boletos. Me iré en dos días", respondió Adhyansh. Jaiyush soltó un suspiro al escucharlo.

"Si eso es lo que deseas, entonces no puedo impedírtelo... Te deseo lo mejor en tu futuro." Adhyansh se levantó para marcharse, mientras Adwitiya corría hacia su habitación, evitando ser descubierta...

Fin del flashback.

Desde el punto de vista de Adwi...

Se veía tan sincero cuando me propuso matrimonio que pude sentir la ternura en su voz, y el amor en sus ojos era evidente...

¡Adwitiya, cálmate! Debes controlarte, él es malo, además de estar casado y ser padre de dos hijos. ¡Te traicionó, entendido? Te engañó, jugó con tu corazón igual que Aakash... Es un sádico que disfruta haciéndote sufrir.

Debo irme, tengo que escapar de este lugar...

Miré la hora; ya eran las 1:30 p.m. Ayyiappa, por favor, ayúdame a salir de aquí... Me levanté de un salto y bebí el agua de un sorbo. La mansión entera estaba sumida en la oscuridad. Silenciosamente, me dirigí hacia la puerta trasera, avanzando con pasos cautelosos.

Ayyiappa, te imploro, ayúdame... Por suerte, la puerta trasera no estaba cerrada. La abrí sin hacer ruido y salí; ahora solo necesitaba cruzar el límite de su propiedad.

Necesitaba escalar el muro, pero ¿cómo? De repente, se me ocurrió una idea y, con un suspiro de alivio, tomé la maceta dispuesta a romperla, pero la dejé; era la planta original. Encontré otra que era falsa, la agarré y la estrellé contra el suelo.

Corriendo, me escondí detrás de uno de sus autos. Los guardias se acercaron a la parte trasera para investigar el ruido y yo avancé sigilosamente, apoyándome en los coches y columnas.

"Gracias, Ayyiappa", pensé mientras huía de su "jaula".

Corrí hacia la carretera principal, sin aliento, pero sin detenerme, seguía corriendo y corriendo... La carretera estaba desierta, no se veía ni un taxi ni un auto rickshaw a la vista...

Sentía que alguien me seguía. Me giré, pero no había nadie. Tomé una respiración profunda y comencé a caminar de nuevo...

"¡Aaah, suéltame!" exclamé cuando alguien me atacó por la espalda y, antes de que pudiera reaccionar, me presionaron un pañuelo contra la nariz, impregnado de un aroma extraño...

Oh no, me habían secuestrado, pero ya era demasiado tarde; mi cuerpo cedió y me sumí en la oscuridad...