C3 Sé una buena chica y fóllatela...
Lisa apenas tardó un instante en saltar de la cama donde yacía y poner sus tambaleantes pies sobre el frío suelo de mármol.
El movimiento fue tan veloz y preciso que su cuerpo entero vibró, destacando el movimiento de su pecho. Aiden la miró, soltando una risita.
Su miembro seguía erecto como una piedra mientras lo sostenía en su mano. Se pasó la lengua por los labios rosados, uno de sus gestos que más encienden a las chicas.
"¿Algún problema con eso?" preguntó, su voz teñida de un matiz divertido.
Lisa no muestra arrogancia frente a los dioses del sexo, excepto cuando está entre otras estrellas del porno. Con la respiración agitada, dijo:
"¿Aún no hemos terminado? ¿Ya... has terminado?" Se esforzó por contener la irritación que le invadía.
Dejar entrever a los dioses del sexo que ella se comporta como si los dominara podría ser perjudicial, pero no está dispuesta a que otra actriz porno le arrebate su lugar.
No en Brazzers, no ahora ni nunca. Avanzó con pasos medidos hacia Aiden, quien ahora se concentraba en la cámara que le susurraba algo como "sigue".
Se apoyó en su pecho jadeante y encontró sus pezones rosados; con sensualidad, los recorrió con la lengua, arrancando de Aiden un suspiro contenido.
"Maldita sea, Lisa..." Él enredó su puño en su cabello y tiró de su cabeza hacia atrás para tener mejor vista de su rostro. Aiden y Alex miden alrededor de 6'2 y, en ese momento, la cabeza de Lisa apenas alcanzaba la mitad de su pecho.
Él humedeció sus labios mientras Lisa mordisqueaba los suyos y, en un impulso, la atrajo hacia él en un beso apasionado. Su lengua se sumergió con audacia en su boca.
Sus lenguas se entrelazaron en un duelo y la respiración de Lisa se fue cortando en fragmentos entrecortados. La otra actriz porno que Aiden había tocado sintió un estremecimiento de celos. Se había imaginado al dios del sexo tomándola con vehemencia.
Estimulando su botón y extrayendo orgasmos de ella, pero Lisa le arrebató esa dorada oportunidad. La miró con una mirada llena de dolor.
Los camarógrafos no necesitan que se les diga cuándo empezar a grabar, por lo que ya habían comenzado a registrar la escena.
El miembro de Aiden palpaba el estómago de Lisa mientras la devoraba, dejando al descubierto su lado más salvaje. Se retiró, dio una bofetada con cuidado en la cara de Lisa y susurró:
"Puta maldita. Sabes cómo darle vida a una polla."
El rostro de Lisa mostraba una sonrisa triunfal mientras lanzaba una mirada furtiva a las otras estrellas porno que los observaban con ojos cargados de deseo.
Sus bocas se llenaban de saliva y ella notó la humedad deslizándose desde la entrepierna de la otra chica hasta su propia vulva.
No obstante, su sonrisa triunfal solo duró unos minutos, cuando Aiden atrajo a la chica hacia él y la empujó contra la cama. Ella cayó con un fuerte golpe y un chillido sobresaltado.
Ella abrió rápidamente sus piernas ante la mirada de Aiden, enviando una sonrisa de triunfo a Lisa. El cuerpo de la chica vibraba de anticipación al ver a Aiden agacharse frente a ella.
Su pecho empezó a subir y bajar frenéticamente mientras su corazón latía con fuerza. Un escalofrío la recorrió al sentir el aliento de Aiden chocar contra su húmeda vulva. "Qué coño tan rosado y hermoso. Me encanta lo grande que es su clítoris", murmuró Aiden, mientras su dedo índice jugueteaba con la vulva de la chica. Ella maulló, su cuerpo se estremeció y sus ojos comenzaron a girar hacia atrás.
"Oh, mierda", gritó la chica, sumida en la mezcla de dolor y placer cuando Aiden azotó su vulva, haciendo que un sonido sordo resonara por la habitación. Los camarógrafos no dejaban de capturar la escena. Por supuesto.
Sienten una intensa oleada de excitación, pero están aquí por trabajo y, sin duda, el trabajo tiene prioridad sobre el placer. Solo están interpretando un papel, así que no deberían ser los que disfruten del placer.
Aiden sacó la lengua y la deslizó sobre el clítoris de la chica, deteniéndose más de lo habitual, lo que hizo que ella clavara las manos en el cabello de Aiden.
Ella arqueó la espalda, gimiendo y cerrando sus muslos alrededor de la cabeza de Aiden. Con lentitud, Aiden llevó su lengua húmeda hasta la entrada de la chica, provocándola durante lo que pareció una eternidad antes de sumergirse profundamente, su lengua vibraba dentro de ella, convulsionándose y sus mejillas se hundían.
Lisa estaba consumida por una furia y unos celos explosivos, pero se limitó a lanzar su cabello de un lado a otro, mordiéndose el interior de las mejillas para sofocar esa mezcla de emociones.
No puede soportar que alguien más esté recibiendo las caricias de Aiden. Olvídense de la actuación, no soporta compartir a los gemelos. Jamás. Buscando cómo aplacar su ira, se puso a contemplar su tatuaje. El que lleva en su brazo derecho, que es el emblema que todos los empleados de Brazzers se tatúan en la piel al firmar el contrato con la compañía.
Lo mira fijamente, pero eso hace poco para silenciar los sonidos de succión que escucha mientras Aiden le hace sexo oral a la actriz porno y el sonido de placer que emite la receptora.
Ve a otras chicas deseosas de estar en esa posición, anhelando sentir la lengua de Aiden en su intimidad, lo que casi lleva a Lisa a querer golpearlas por sus miradas hambrientas y descaradas.
"Ven aquí, Lisa", la voz ronca de Aiden la atrajo y ella desvió su mirada de las chicas para enfocarse en él. "Bésame", le ordenó, y el rostro de Lisa se tiñó de una furia profunda.
No podía creer que él le hubiera mandado lamer el semen de otra mujer.
Sin embargo, como también iba a probar sus labios al mismo tiempo, su espíritu de resistencia se desvaneció. Al llegar junto a Aiden, capturó sus labios, succionándolos. Besándolo y haciendo círculos con su pulgar en torno a sus pezones.
Aiden gruñó por la intensidad del placer y, al romper el beso, le dio una palmadita juguetona en los pezones.
"Ahora, sé una buena chica y hazlo con ella", ordenó Aiden.
"¿Qué? ¡Aiden!" exclamó Lisa, su resistencia resurgiendo con fuerza.
Ella rara vez participaba en actos lésbicos y no lograba entender por qué Aiden quería esto ahora. Sin embargo, Aiden solo buscaba placer al observar a las chicas y satisfacer todas las fantasías que sus espectadores pudieran imaginar.
"Vamos", dijo él, pellizcándole los pezones. Debilitada, Lisa lanzó una mirada fulminante a la chica mientras se acomodaban en la cama, entrelazando sus piernas de la mejor manera posible.
Sus vulvas se acercaron y, poco después, Lisa comenzó a frotarse contra su contrincante. Emitió un gemido convincente mientras rozaban sus clítoris, la chica levantó la mano para acariciar el pecho de Lisa, quien se estremeció ligeramente, detestando el contacto pero cooperando, ya que estaban frente a la cámara.
Aiden las observaba, el placer inundando su pecho, y comenzó a masturbarse, los gemidos emergiendo de su interior, sus ojos entrecerrados mientras se movía rítmicamente.
"Sigue así. Vamos", comandó. Y Lisa continuó con el movimiento de tijera hasta que... "Aiden", se escuchó una voz y los camarógrafos detuvieron la grabación.
Aliviada, Lisa se levantó de la cama, respirando con dificultad. Fijó su mirada en la puerta y allí estaba Alex, con su semblante sombrío dominando el marco de la entrada.
Él avanzó hacia la habitación, una sonrisa en su rostro. Había pasado todo el día entrevistando candidatos y no había tenido oportunidad de participar en ninguna escena.
"¿Terminaste con la entrevista?" preguntó Aiden mientras Alex comenzaba a desabotonarse la camisa de vestir. Le dio una afirmación con la cabeza, sin dejar de mirar el escote de Lisa.
"Hola, Alex", lo saludó ella, destellando su sonrisa de dientes inmaculadamente blancos hacia él.
"Lisa", respondió Alex con voz baja al tiempo que terminaba de desabotonarse la camisa. Sus bíceps se tensaron al deshacerse de la prenda, exhibiendo ante todos los presentes su torso musculoso y su pecho bronceado.
A pesar de no haber rodado ninguna escena, había aprovechado para tocar todos los cuerpos que pudo y ver todas las vergas que estuvieron a su alcance.
Se acercó a donde estaba Lisa y la besó apasionadamente, saboreándola y robándole el aliento mientras se apoderaba de su boca. Lisa sabía a qué venía todo esto y se preparaba mentalmente para lo que estaba por venir...
