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El punto de vista de Sheila
Mis ojos se entrecerraron cuidadosamente a su alrededor, mientras me miraban con intenciones asesinas. Aferré con fuerza mi daga y retrocedí unos pasos. Ante mi repentino movimiento, se abalanzaron sobre mí. Me agaché alrededor del pilar, moviéndome entre las lápidas, con la esperanza de llegar a la entrada, pero me bloqueó un lobo. Sus afiladas garras me apuntaban