C21 La vida continua
Nada parecía real en el silencio del dormitorio. Llevados por un intenso deseo sexual, ella estaba casi segura de que estaba haciendo cosas de las que después se avergonzaría. Sintió los labios de Jonathan en un pecho y el roce de su lengua jugueteando en su pezón hasta provocarle oleadas de placer. Se aferro a sus hombros, explorándolo con las manos. Sus dedos descendieron por sus muslos y