C4 ¿Nosotros?

Perspectiva de Nick

"Hijo, tengo una noticia increíble para ti", entró mi padre al camarote con una sonrisa de oreja a oreja.

"Dime", respondí sin apartar la vista de los archivos.

"Vas a casarte", soltó.

Solté una carcajada. "Buena broma, papá". Esperaba que continuara, pero al ver que no lo hacía, alcé la mirada.

No había rastro de broma en su expresión.

"¡No puedes estar hablando en serio!"

"Pero si lo estoy, hijo. Vas a casarte con la hija de Mr. David, Sophia. Han aceptado mi propuesta."

"Papá, sabes perfectamente que el matrimonio no es lo mío."

"Pues es hora de que lo intentes. Además, será una excelente madre para Ethan. Deja de pensar solo en ti y piensa en el niño."

"¡Eso es absurdo! La viste una vez y ya piensas que será una buena madre para Ethan. Podría ser todo lo contrario detrás de esa fachada, ¡por Dios!" exclamé, exasperado.

"No levantes la voz, muchacho. Y para tu información, tengo mejor ojo para las mujeres que tú. Estoy seguro de que ella no es como esa cazafortunas que tienes rondando últimamente... ¿Christina, cierto?"

"Por supuesto que no lo es."

No entiendo cómo papá no ve sus verdaderas intenciones. Apenas nos presentaron y ya está lista para casarse. ¿Qué más puede ser, sino por dinero?

"Te vas a casar con ella y se acabó la discusión. Estoy harto de tus andanzas de playboy. Es hora de que madures. Esta noche vendrán a cenar. Espero verte a las 7", dijo antes de marcharse.

Estaba furioso. Primero un matrimonio y ahora esta absurda cena.

Me sumergí en el trabajo para escapar de esos pensamientos por un rato, pero de vez en cuando su imagen me asaltaba.

Su cabello castaño, sus ojos grises hipnóticos, sus labios suaves y tentadores...

Ugh... basta ya, no es más que una cazafortunas.

Perspectiva de Sophia

Eran las cinco y media y teníamos una cena en casa de los Carter. Así que me dispuse a arreglarme.

Me tomé una ducha tibia y sequé mi pelo. Opté por un elegante mono azul de un solo hombro, dejé mi cabello suelto y apliqué un maquillaje sutil. Rematé mi atuendo con unos pendientes deslumbrantes y tacones altos.

Descendí al salón donde ya me esperaban mamá y papá.

"¡Qué hermosa te ves, cariño!", exclamó mamá.

"Tú también estás radiante", le sonreí.

"Vamos, princesa, es hora de irnos", dijo papá echando un vistazo a su reloj.

Nos subimos al coche y nos dirigimos hacia la mansión Carter.

Al llegar, me impresionó su inmensidad.

Una criada nos recibió y nos invitó a pasar. Observé el lugar: el interior era todavía más suntuoso y cada rincón exudaba opulencia. La excesiva riqueza siempre me había hecho sentir incómoda. Dudaba si había tomado la decisión correcta cuando una voz cálida y familiar nos dio la bienvenida.

"David, buenas noches", saludó el Sr. Carter con entusiasmo.

"Buenas noches, Sr. Carter", respondió papá.

"Por favor, nada de formalidades, llámame Joseph".

Papá le respondió con una sonrisa.

Justo entonces, una mujer alta, de unos cincuenta años, entró con una sonrisa luminosa. Era bella y su figura, impecable. Se acercó a saludar a mamá.

"Soy Juliana, la esposa de Joseph. Un placer conocerte, ¿Amelia, cierto?", preguntó.

"Sí, soy yo", mamá respondió con una sonrisa cálida.

"Y tú debes ser Sophia, eres realmente hermosa. Joseph me ha hablado mucho de ti y tenía muchas ganas de conocerte".

"Gracias, Sra. Carter, yo también tenía muchas expectativas sobre este encuentro", contesté.

"Adelante, por favor", nos indicó el camino hacia el área de estar.

Charlábamos amigablemente cuando sonó el timbre y, al poco tiempo, apareció el siempre apuesto Nicholas Carter. Vestía una camisa negra que realzaba sus músculos a la perfección, con los dos primeros botones desabrochados, luciendo increíblemente atractivo.

Desvié la mirada antes de que él notara que lo estaba observando.

Desde el punto de vista de Nick

"Hijo, te presento al señor David, a su esposa Amelia y a su encantadora hija Sophia", nos los presentó mi madre.

Les estreché la mano y le ofrecí una sonrisa tímida a Sophia. Era realmente hermosa. Su rostro irradiaba naturalidad y daba la impresión de ser una persona sincera, aunque yo sabía que las apariencias engañan.

Ya había tomado la decisión de comportarme como un caballero y casarme con ella. Ella busca casarse con mi fortuna. Ya verá la cazafortunas lo que realmente obtendrá de este matrimonio.

"Sophia", gritó Ethan, escapándose de los brazos de Amy y corriendo hacia Sophia.

Sophia le sonrió y lo acomodó en su regazo.

"Hola, cariño", le dijo con una gran sonrisa.

"¿Eres amiga de la abuela? ¿Volverás a visitarnos?", preguntó Ethan a Sophia con ojos llenos de ilusión.

"No, mi amor, ella va a casarse con tu papá", respondió mi madre en su lugar.

La expresión de Ethan pasó de neutra a emocionada. Levantó la vista hacia Sophia.

"¡Eso significa que te quedarás con nosotros! ¡Será tan divertido!", exclamó alzando el puño al aire.

Sophia se rió ante su entusiasmo. Su risa sonaba tan genuina y dulce.

¡Concéntrate! ¿Genuina? ¡Ja!

"Sí, será muy divertido", dijo ella con una sonrisa.

La cena transcurrió entre conversaciones de los padres sobre diversos temas, mientras Sophia y yo nos lanzábamos miradas furtivas de vez en cuando.

Nosotros... Suena bien.

¡Silencio! No hay un "nosotros".

Para el final de la cena, ya habían fijado la fecha de nuestra boda para la semana siguiente.

Mi madre me entregó el anillo para dárselo a Sophia.

"Estoy tan feliz en este momento, estaría encantada de tenerte como mi nuera", dijo mi madre abrazando a Sophia con una mirada que podría describirse... ¿como de adoración?

"Gracias, señora Carter."

"Oh, no me hagas sentir tan mayor, llámame mamá", insistió mi madre.

¿Pero qué demonios? ¿Papá, Ethan y también mamá? Ella era de armas tomar. Nunca la vi tan efusiva con Clara, pero ahí estaba, sonriendo y colmándola de elogios a Sophia.

"Claro, señora... digo, mamá", accedió finalmente.

"Bueno, ya nos vamos", anunció el Sr. Jones.

"Fue un encanto conocerte, Juliana", Amelia le sonrió con ternura.

"Oh, el placer ha sido completamente mío."

"Adiós, Ethan", Sophia se inclinó y le dio un beso en la mejilla.

"Adiós, Sophia", Ethan la abrazó cuando ella se reincorporó.

Ella se puso de pie, me lanzó una mirada fugaz y se giró para irse.

Observé mi mano, enfocándome en el anillo.

¡Comprometida, uff!