C9 Gratitud intensificada
Mia había dejado de llorar y ahora controlaba mejor sus emociones, que antes estaban desbordadas. Al volver al salón, Lydia le trajo unos remedios caseros para sus ojos rojos e hinchados, que obraron maravillas tras aplicarlos.
Se oyó una llamada en la puerta mientras Lydia la asistía con la bata escarlata