C13 CAPÍTULO 12
El viaje se me hizo eterno. Los dos hombres al frente se mantuvieron en un silencio sepulcral mientras yo me perdía en el paisaje tras la ventana. Por fuera, la imagen de la calma; por dentro, un torbellino de nervios.
Después de lo que pareció una odisea, el conductor finalmente detuvo el auto frente a una imponente mansión. Ellos descendieron mientras yo, con las manos temblorosas