+ Add to Library
+ Add to Library

C4 De vuelta a casa

Carol miró a su madre con incredulidad, convencida de que estaba bromeando, pero al encontrarse con la mirada seria de su madre, negó con la cabeza y dijo:

"No me voy a ningún lado. Tengo trabajo que hacer y voy a regresar ahí. Ustedes deben irse ahora y volver a donde se estén quedando. No pueden aparecer de repente con esto y esperar que deje todo para ir de compras con ustedes. Me tomaré el viernes libre para estar en casa para la boda el sábado, pero más allá de eso, por favor, no cuenten conmigo". Carol concluyó y volvió a entrar al restaurante, esperando en su interior que no la siguieran y dejándolos mirándola con una mezcla de asombro y shock. No era común que se atreviera a enfrentarlos de esa manera, pero debía admitir que era sumamente gratificante.

"¡Eres una desagradecida y una pésima hermana!" gritó Belinda tras su hija, antes de marcharse airada, seguida por su otra hija y su esposo.

***

Después de aquel tenso martes, Carol tuvo pocas noticias de sus padres y su hermana. Se negaban a contestar sus llamadas, pero su madre insistía en recordarle que debía viajar a más tardar el viernes por la mañana para estar allí antes del gran día. Carol seguía con dudas sobre todo el asunto, pero no era su lugar decirle a su hermana cómo vivir su vida; después de todo, era adulta y capaz de tomar sus propias decisiones. No es que a Victoria le importara mucho la opinión de su hermana en ningún aspecto de su vida, y mucho menos en el amoroso.

Carol tomó el vuelo matutino y llegó a la ciudad de sus padres antes de las once. Se dirigió en taxi a la casa de sus padres y se sorprendió enormemente al encontrarse con el bullicio que la recibió. A pesar de la premura con la que se organizaba la boda, no se esperaba tal nivel de preparativos. El lugar estaba en ebullición con actividades y personas por doquier, incluyendo a parientes que Carol no había visto en años y que, francamente, hubiera preferido no encontrarse.

"Aquí estás, Carolita." entonó una de sus tías, la hermana mayor de su padre, acercándose a ella con los brazos abiertos para un abrazo y un beso antes de que Carol tuviera oportunidad de escabullirse. Carol soltó un suspiro interno en cuanto la vio. La mujer era un verdadero tormento y Carol hacía lo imposible por evitarla siempre que podía.

"¡Tía Alice! ¿Qué tal estás?" exclamó Carol, simulando alegría y aceptando con cierta reticencia el beso que la mujer le plantaba en ambas mejillas. La tía era dominante y habladora, así que Carol se esforzaba por esquivarla siempre que sus caminos se encontraban.

"Tan bien como se puede, cariño. Imagínate mi sorpresa al enterarme de que tu hermosa hermana se casa. Es un tabú, te lo digo, que la menor se case antes que la mayor, pero en fin, estas cosas suceden de cuando en cuando. No debes tomártelo a pecho, querida."

"Tía Alice, disculpa, pero realmente tengo que ir a..." intentó Carol, buscando desesperadamente cómo zafarse, pero la tía Alice aún no había acabado. Se enganchó del brazo de Carol con firmeza y empezó a caminar con ella.

"Ah, claro. Estoy al tanto. Después de todo, me casé antes que mi querida Sarah, mi hermana, que Dios tenga en su gloria. Supongo que se puede decir que soy comprensiva porque no me afectó que se molestara tanto por casarme antes que ella. No, no me afectó. Se portó bastante mal, la verdad, pero al final lo superó. Ahora, espero que no hagas pasar a tu hermosa hermana por lo que yo sufrí a manos de mi querida y difunta hermana."

Carol rodó los ojos, conteniendo las ganas de decirle cuatro cosas a la mujer, y asintió con resignación. Esta era precisamente la razón por la cual siempre trataba de evitar a esta mujer. Contaba los minutos para que terminara ese fin de semana.

"Sí, tía. Ahora, si me disculpas, necesito ir a buscar a mi madre y a mi hermana".

"Espera un momento. Aún no te he contado sobre..."

"Vale, nos vemos después", interrumpió Carol, soltándose con decisión del brazo de la mujer y retirándose rápidamente como si no hubiera escuchado las últimas palabras de su tía. Al no conocer a la mayoría de las personas que se congregaban allí, le fue sencillo deslizarse hacia el interior de la casa sin tener que detenerse a saludar demasiado. Dada su timidez, siempre le había parecido una labor titánica socializar con mucha gente, especialmente con aquellos con quienes no mantenía un trato frecuente.

Carol halló a su madre en la sala de estar, rodeada de un grupo de mujeres. Encarnaba a la perfección el rol de futura suegra orgullosa y hacía grandes aspavientos mientras relataba a su embelesada audiencia la lista de regalos lujosos que su futuro yerno había obsequiado.

Report
Share
Comments
|
Setting
Background
Font
18
Nunito
Merriweather
Libre Baskerville
Gentium Book Basic
Roboto
Rubik
Nunito
Page with
1000
Line-Height