C31 CAPÍTULO 31
Samantha empezó asustarse, el camino seguía, trató de abrir las puertas y tenían seguro y el maldito botón que abría la ventana del conductor estaba roto ¿que casualidad no?
—¿Dónde diablos me lleva? Haga el favor de detenerse ahora mismo — gritó desesperada, y lágrimas empezaron a salir de sus ojos, no quería morir, a su vista un bosque empezó aparecer.
—Voy a morir, voy a morir