C110 El Plan Perfecto
Le tiré un caramelo. "¡Mi hijo no se llamará Almond Rowe!"
Los tres estábamos histéricos cuando sonó el timbre y no tardó en llegar todo el mundo. Era un mar de abrazos y besos, cada uno de ellos diciéndome lo felices que estaban de verme levantada y de vuelta a casa. Incluso Virgil estaba más sentimental que de costumbre, abrazándome y revolviéndome el pelo