C95 Clavo en el ataúd
Se volvió para mirarme. "¿Por qué te ríes?"
"Por nada". Me acerqué y le abracé. "Simplemente te quiero."
Me apretó y se inclinó para besarme. Me sentí bien, pero tenía que ocuparme de cosas más importantes. Me aparté y tiré de su brazo. "Vamos. Tómate un helado conmigo".
Se rió y se unió a mí en la cocina, tomando un taburete mientras yo cogía dos pintas del congelador. "Adivina qué"