C10
La gente ya va por la mitad de su comida, pero la mía sigue intacta, y el aroma no está ayudando en nada a la situación. Tomo un par de sorbos de jugo primero, esperando que me ayude a calmar los nervios. Echo un vistazo discreto a Jerol. Su plato también está casi lleno, probablemente porque ha estado pendiente de mi batalla con el maldito cuchillo y tenedor