C20 LA PROMESA
Me retuerzo de frío mientras entro al castillo y el reloj marca las diez y cuarto. Estoy hecha un manojo de nervios porque no le avisé a Jerol que llegaría tan tarde. ¡Demonios! Ni siquiera le dije que saldría. No planeaba quedarme fuera hasta tan tarde, de verdad, pero el tráfico estaba infernal. Si tan solo hubiera sabido...
Al cerrar la puerta detrás de mí