C34 UNA NOCHE DE PASIÓN
Tengo la cara sonrosada cuando entramos en nuestra habitación. Cada paso que damos, cada pulso y cada respiración se ven agitados por las chispas de las llamas dominantes de los anhelos que brotan en nosotros. En cuanto la puerta se cierra tras nosotros, me inmoviliza inmediatamente sobre la cama, con sus labios acariciando todos los delicados deportes de la parte superior de mi cuerpo