C47 DÉJAME ENSEÑARTE.
MILLAS:
El pitido de las máquinas a las que estaba conectado me despertó. ¿Cómo acabé enganchado al respirador y al regulador cardíaco? La ligera pista se presentó cuando mis débiles ojos se fijaron en la mujer de pelo desparramado por mi mano y mi torso. Me cogió la mano y, cuando intenté quitármela, tiró de ella, murmuró y recurrió a los ronquidos