Lecturas eróticas/C4 Donna Summer
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C4 Donna Summer

Ray era insistente, deslizando hacia abajo el otro lado del corpiño de Courtney para exponer ambos pechos. La atrajo hacia sí, rozando su pecho contra los de ella. A través de su camisa de seda, fina como el aire, percibía la firmeza de sus pezones. Después de un breve momento, Courtney se movió, presionando su busto contra él. Elevó la mirada hacia sus ojos.

"¿Qué te contó Kayleigh sobre mí?", inquirió él.

"Todo", susurró Courtney.

"Explícate."

"Ella dice que nunca te sacias; que haces el amor con ella repetidas veces cada noche. Asegura que nadie la ha hecho sentir como tú. La llevas al clímax con tal intensidad que casi pierde el conocimiento. Comenta que tienes un miembro viril impresionante; lo siento presionando entre mis piernas en este mismo instante."

"¿Y tú cómo lo prefieres? ¿Hasta el fondo, sin reservas?"

"Qué boca tan obscena tienes."

"Pero te gusta, ¿no es cierto? Apuesto a que tu esposo, el contable, no usa ese lenguaje."

"No, él es todo un caballero."

"Es un cornudo, eso es lo que es."

"No, no lo es. He sido leal desde que nos casamos."

"Será un cornudo para mañana. Porque esta noche te voy a poseer."

"¿Así lo crees? Solo voy a tolerar este baile contigo, y después se acabó. A menos que te marches ahora mismo, te pediré que lo hagas de manera muy pública. Estoy más que dispuesta a armar un escándalo."

"Estoy seguro de que lo estás", replicó Ray. "Pero la canción es larga. La pedí especialmente al DJ: 'Love to Love You Baby' de Donna Summer. Todavía quedan más de doce minutos."

Courtney inclinó la cabeza, atendiendo a la letra, y escuchó los gemidos de Donna Summer en pleno delirio sexual: "¡Waa... AHHH! ¡Waa... AHHH!" Ray balanceó sus caderas, deslizando su miembro aún cubierto por la ropa a lo largo de la intimidad de ella. Courtney contuvo la respiración.

"Es una tradición ancestral. Alguien debe asegurarse de que tanto la novia como la dama de honor alcancen el éxtasis en cada boda."

"Estoy casada, gracias."

"¿Piensas que Peter podrá hacerte llegar al clímax esta noche? Con todo lo que ha bebido..."

Ella echó un vistazo por encima del hombro de Ray hacia Peter, esperando encontrarlo enfurecido por el comportamiento de Ray. Sin embargo, Peter estaba distraído, conversando con alguien más. Sostenía una copa de vino y parecía esforzarse por no mirar hacia la pista de baile.

"Él sabe lo que te estoy haciendo", afirmó Ray. "Pero también sabe que si lo ve, tendría que intervenir. Y le da miedo, así que prefiere hacer como que no está pasando nada".

"No te creo."

"Solo obsérvalo", insistió Ray. "Mientras yo hago esto".

Con un movimiento ágil, deslizó su mano bajo la falda de ella. Encontró el elástico de sus bragas y con un dedo recorrió su vulva, mientras su pulgar localizaba el clítoris y lo estimulaba con destreza a través del delicado encaje. Las bragas de ella ya estaban húmedas, pero se empaparon en segundos. La giró ligeramente para que Peter pudiera ver su mano bajo la falda si se decidía a mirar.

Courtney contuvo un jadeo y trató de zafarse, pero Ray la mantuvo firme en su agarre.

"Amarte me encanta...", canturreaba Donna Summer.

"Dime que pare y lo haré", le susurró Ray al oído.

"Por favor... por favor", balbuceó ella.

"¿Por favor qué?"

"No... no... no pares", se atrevió a decir con voz temblorosa.

Volvió a mirar a su esposo, pero él se giró rápidamente, dándole la espalda a la escena.

"¿Ves?", dijo Ray con una sonrisa triunfal. "Él lo sabe, pero no quiere enfrentarlo. Así puede seguir fingiendo que nada ha ocurrido".

"¡OH!", exclamó Courtney sin poder evitarlo, en un eco de Donna Summer. Se tapó la boca con la mano para silenciarse. Estaba furiosa por haber comprobado que Ray tenía razón, aún más con su marido por su indiferencia, pero lo que más la turbaba era la intensidad de su reacción sexual ante las atrevidas caricias de Ray. Sabía que debía pedirle que se detuviera, pero la excitación que le provocaba era tan fuerte que simplemente no podía hacerlo.

"Ahora mismo voy a hacerte mía, y tu esposo hará como que no se da cuenta", susurró Ray. "¿Gritas tan fuerte como Kayleigh en el clímax?"

"¡No aquí! ¡No en público!"

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