C24 El cielo mismo I
El lugar donde Germán estacionó está solitario, escucho las cigarras cantar y el aullido del viento que baila entre los árboles. Calma y tranquilidad que están a punto de ser quebradas.
—¿¡Dónde estabas!?
Grito lo suficientemente alto para que Germán caiga en la cuenta de que estoy enfadada. De que sentí su ausencia y me dolió.
Me siento derrotada