C1 Primer encuentro

¡He besado a Nathan Trent!

No me lo puedo creer, de verdad que no. Besé a Nathan. Me acerqué a él, pasé mis brazos alrededor de su cuello, me pegué tanto que mi pecho rozó el suyo, me elevé sobre la punta de mis pies y sellé mis labios con los suyos en un beso ardiente. Creamos todo un espectáculo: los transeúntes se detuvieron a mirar, expectantes por si él me rechazaba o me propinaba una bofetada.

Pero no fue así. Incluso sus guardaespaldas, siempre vigilantes para protegerlo del acoso, se quedaron sin intervenir.

Parecía como si el universo hubiera conspirado a favor y todos quedaran petrificados, testigos de ese instante. Permanecieron inmóviles, observando cómo le besaba con fervor, depositando en ese beso todos mis anhelos.

Minutos después, cesé el beso y alzando la vista hacia él, me perdí en la profundidad de sus ojos azules. Percibí un atisbo de ternura en aquel azul claro, pero se esfumó, sustituido rápidamente por su característica mirada fría e impenetrable.

No me quedé a ver su reacción; no quería que estropeara este momento. Había sido mi sueño durante tanto tiempo y, habiendo reunido al fin el valor, no permitiría que lo arruinara.

Me alejé a toda prisa, corriendo y mirando atrás de vez en cuando para asegurarme de que sus guardias no me seguían. Afortunadamente, nadie lo hizo y logré escapar.

"¡Eso es, Hill, conseguiste el mejor regalo de graduación! Estoy tan celosa de ti ahora mismo. ¡Conseguiste besar a Nathan, eso es grandioso, chica!" exclamó Avril, llena de entusiasmo, al encontrarme en mi escondite predilecto detrás del jardín de la escuela.

"Sí, amiga, besé a Nathan. Soy la única chica de todo el colegio que ha conseguido acercarse tanto a él y estoy súper emocionada." Contesté, rebosante de alegría. Me siento tan orgullosa y contenta.

"Ahora que has cumplido tu sueño, espero que puedas dejarlo atrás para que nos enfoquemos en lo que viene. La junta de becas ya no va a cubrir nuestro alojamiento, así que necesitamos encontrar trabajo para pagar las cuentas y cuidar de nosotras mismas." Me recordó ella.

"¡Urrggg!

¡Qué aguafiestas eres!

Podrías haberme dejado disfrutar un poco más del momento antes de traerme de vuelta a la cruda realidad. Ya sé que tenemos que buscar trabajo pronto, lo tengo claro. Y sí, tenemos un montón de facturas, pero no voy a permitir que eso me arruine la noche. Esta noche voy a celebrar a lo grande mi graduación. ¡Necesito deshacerme de todo el estrés escolar, necesito pasarlo bien!

¡Vamos a disfrutar esta noche!" Exclamé con entusiasmo, provocando su risa contagiosa.

Sé que no puedo tener a Nathan, al diablo, ni siquiera le gustan las chicas, pero voy a atesorar este momento por el resto de mi vida. Conseguí besarle antes de que nos graduáramos y tomáramos rumbos distintos, y eso me basta para ser feliz siempre.

Me perdí el resto de la fiesta de graduación intentando esquivar a Nathan y a sus guardias de seguridad, que parecían estar en todas partes. Creo que llamó a refuerzos porque son demasiados y me está costando trabajo evitarlos.

Debe estar furioso conmigo, por eso trajo a más de sus hombres a buscarme. Gracias a Avril, logré salir a escondidas de la fiesta, echando a perder el resto de la celebración tanto para ella como para mí.

No nos importó perdernos esa aburrida fiesta porque tenemos planeada nuestra propia celebración esta noche. Vamos rumbo al club y vamos a bailar hasta que salga el sol.

Uno de los chicos ricos de nuestro grupo nos obsequió pases VIP para OXBY's, una discoteca exclusiva a la que solo van los de su clase. Así que esta noche promete ser inolvidable, porque tendremos la oportunidad de codearnos con chicos adinerados.

Y quién sabe, tal vez allí encuentre a un chico encantador con quien surja algo especial. Esta noche es para soltarme el pelo y disfrutar como nunca antes lo he hecho.

Ya pasan de las cinco de la tarde, apenas nos da tiempo de regresar a casa, arreglarnos y dirigirnos al club. He sacado mi vestido azul sin tirantes que me costó un ojo de la cara cuando lo compré hace dos días.

Fue una fortuna y Avril no dejaba de reprocharme por gastar tanto en un vestido, pero ignoré sus quejas y lo compré de todas formas, a pesar de saber que mi cuenta bancaria está a cero y que podría acabar pasando hambre si no encuentro trabajo pronto.

No me juzgues, solo quiero verme espectacular para impresionar a otro amigo que se unirá a nosotros en la fiesta mañana. Además, esta noche podría ser la noche en que conozca al hombre de mis sueños, que me haga perder la cabeza y olvidarme por completo de Nathan.

Extendí el vestido sobre la cama, luego saqué los zapatos de tacón alto con cremallera y el bolso negro que compré junto con el vestido. Coloqué todos mis accesorios sobre la cama y corrí al pequeño baño adjunto a mi habitación. Por el alegre canto de Avril, deduzco que ella también está en su baño.

Nuestra casa es suficientemente amplia para ambas. Nos otorgaron una beca de la misma organización y nos asignaron este pequeño apartamento con dos habitaciones diminutas que apenas nos alcanzan. Siendo huérfanas sin ningún respaldo, no nos podemos quejar de dónde vivimos. Nuestra casa está bien ubicada y cumple su propósito a la perfección, así que aprendimos a quererla y a querernos como hermanas.

Ahora que hemos terminado la escuela, la junta de becas ya no tiene ninguna responsabilidad hacia nosotros, lo que significa que se acabaron las asignaciones y nos toca pagar todas nuestras cuentas. Será un poco complicado, pero estoy segura de que ambos podemos lograrlo. Solo tenemos que encontrar trabajo y recortar gastos, y eso incluye no comprar más vestidos caros. ¡Y lo digo en serio!

Esta noche solo quiero disfrutar al máximo, porque después tendré que enfocarme en trabajar duro para construirme una vida mejor. Y no te olvides de mi plan secreto para conseguir un novio esta noche, ¿vale? Es mi única oportunidad de salir en OXBY's, así que tengo que aprovecharla al máximo.

Salí del baño envuelta en la toalla. Me despojé de ella y me puse mi tanga azul y el sujetador sin tirantes a juego. Luego me deslicé en el vestido azul, subiendo el cierre lateral. Ya vestida, me acerqué al espejo para observarme.

¡Dios mío!

Me veo tan distinta, tan hermosa y elegante, como esas modelos de revista que deslumbran. "Si Nathan me viera ahora, seguro que cambiaría de opinión y me aceptaría como su novia", pensé para mis adentros.

"Vamos, Hilly, que te haya besado ya es mucho. No anheles lo que no puedes tener, solo acabarás con el corazón roto". Me regañé, aunque no pude evitar sonreírme.

Dejé atrás la coleta y peiné mi larga cabellera ondulada y castaña rojiza. Me apliqué sombra de ojos negra y máscara de pestañas, resalté mis pómulos con un rubor rosa y me puse un lápiz labial rojo intenso que me otorgaba un look sexy y cautivador.

Coloqué mis aretes de aro dorados y un collar a juego, y finalicé mi atuendo con mis zapatos. Una última mirada al espejo y me sonreí a mí misma. Parecía una seductora diablesa en busca de conquistas.

¡Rayos!

Podría vestirme sexy y con clase si quisiera, pero simplemente no puedo. Es que es demasiado costoso mantenerse tan linda y atractiva. Al salir de mi habitación, April seguía batallando para calzarse los zapatos.

"Apúrate, ya casi son las ocho. Vamos a perdernos lo mejor de la noche." La apremié con una sonrisa radiante, lo que la hizo voltear y lanzarme una mirada fulminante. Observé cómo su expresión de enfado se transformaba en una sonrisa llena de entusiasmo.

"¡Dios mío, Hills, te ves espectacular!", exclamó con emoción.

"Luces increíblemente sexy, chica, podrías pasar por modelo fácilmente." La provoqué con dulzura, y las dos soltamos una carcajada ante mi comentario.

Para cuando dejamos la casa, ya marcaban las 8:00 p.m., tomamos un taxi rumbo a OXBY's, dispuestas a vivir la noche más memorable de nuestras vidas.

O al menos eso pensábamos.