C7 CAPITULO 6 “La Citación”

(septiembre 27, 2017, Cd. de México)

(Narrador)

Hace ya dos semanas del intento de robo, Marina no había dicho nada en su casa pero esa tarde al llegar de la universidad sus padres la esperaban alarmados, había llegado un policía con una notificación para Marina, la cual recibió su padre, pero se negó a abrirla por lo que esperaba a su hija para saber de qué se trataba.

-Mama, ya estoy aquí-

-Marina, estamos en la sala, ¿puedes venir?-llamo su padre

-que sucede papa-

-llego esta citación de la Agencia del Ministerio Publico para ti, ¿nos quieres decir que sucede?

-diablos, lo había olvidado, perdona papá, hace dos semanas un par de amigos y yo fuimos a cenar y mientras estábamos ahí hubo un intento de asalto, intervinimos así que ahora me citan para ir a declarar seguramente, no se preocupen-

- ¿quienes eran esos amigos?- pregunto su madre

- son dos compañeros de artes marciales mamá, no te preocupes, uno es compañero de la universidad y el otro es primo de este, además también van al gym de Pedro.- contesto Marina tomando el documento y abriéndolo.

-Vez es solo que me citan para declarar como testigo, pues la verdad se tardaron, pensé que sería la semana pasada la citación pero, en fin, mañana hablare con Alejandro y con Omar para saber si a ellos también los citaron.- y dándoles un besos a sus padres se fue a su habitación, para recoger sus cosas de danza.

Esa tarde al llegar al gimnasio busco a Omar y Alejandro ya que ellos también fueron testigos, pero ellos aún no habían llegado, ella sabía que aún podría verlos en el dojo.

-Pedro necesito que me ayudes un poco.

-Hola Marina, claro en que necesitas ayuda, por lo general solo es para las pesas y sabes que no puedes usarlas aun.

-Por favor Pedro estoy bien y necesito entrenar, tengo un gran torneo en poco más de un mes y necesito endurecer más mis músculos, o me darán una paliza de pronóstico.

-entonces has largas repeticiones y no cambies el peso, puedes levantar veinte kilos por media hora en lugar de sesenta kilos por diez minutos; si lo que quieres en verdad es hacer más fuerza y no solo marcar músculos, hagamos lo que te digo y de aquí a dos semanas que estés mejor según las órdenes del médico y tras una radiografía y con la valoración del doctor, veremos si volvemos a hacer ese maratón de levantamientos que estabas haciendo; sesenta y cinco kilos no son pocos.

-gracias, sabía que comprenderías lo que necesito.-

Más tarde cuando llegaron Alejandro y Omar lo primero que vieron fue a Marina en el banquillo de levantamiento de pesas, por lo que se dirigieron a ella.

-¿Se puede saber qué demonios haces? - pregunto Alejandro en un tono de voz tan molesto que la espanto, por lo que tomo las pesas de sus manos.

-¿pero que te pasa Alejandro? solo son veinte kilos y es para hacer fuerza y mantener los músculos, no se subirá el peso hasta dentro de dos semana, se lo prometí a Pedro

Alejandro puso las pesas en los soportes, y tomándola del brazo la levanto y la llevo casi a rastras con el medico del gimnasio

- Doctor podría revisarla, estaba nuevamente levantando pesas y podría haberse lastimado.- dijo entrando en la enfermería

- hola a los dos, ¿como están? Pasen.- dijo cortésmente el doctor encargado de la enfermería del gimnasio, él sabía que siempre había un lastimado, pues todos los miembros eran deportistas exigentes.

- ¿Marina querida no te dije que no podías levantar pesos hasta dentro de otras dos semanas? - Pregunto el medico a la chica

- Pero Doc. Si solo estoy levantando veinte kilos, no sesenta y cinco y es solo para evitar la distrofia por falta de ejercicio, además de que hago fuerza, no es nada- se defendió Marina.

- Veamos cómo van tus costillas y ya diré yo si puedes seguir con tus ejercicios o si te detienes.- dijo el médico sacando un aparato de rayos x portátil que tenía en la enfermería.

Diez minutos después, ya con una placa en las manos el medico valoraba la evolución de las lesiones de Marina.

- Bueno por lo que veo tus costillas están soldando muy bien y estas sanando muy rápido, eso no es muy normal, sanas muy rápido aun para ser una joven mujer saludable como tú, pero aun así, recomiendo que no levantes mucho peso por al menos una semana más; está claro.

-Si doctor, gracias.- dijo Marina dando un beso al viejo doctor del gimnasio.

-respira Alejandro, o se dará cuenta- dijo Omar en voz baja al llegar a un lado de Alejandro

-¿Se dará cuenta de que?- pregunto este volteando a ver a su primo

-de que te preocupas y que no le quitas lo ojos de encima, ¿te gusta verdad?

-Estás loco, me saca de quicio, además de que es muy necia, esta lastimada y no obedece al médico ¿que tal si se lastima?-

-Pues tú dirás lo que quieras Alejandro, pero desde lo del robo en lo de Esteban, te comportas como un vigilante o un novio celoso.

-Que idiota eres Omar, aquello fue una actuación para distraer a los ladrones y solo me preocupo porque a ella parece no importarle; ahora cállate que ahí viene ya-

-Ok, pero te aviso, tomate tu tiempo y respira-

-Y bien, ¿que dijo el médico?- pregunto a Marina tan pronto se abrió la puerta de la enfermería

-El doc. Dijo que estoy bien y que sano muy rápido, por lo que tengo que tomarlo con calma por otra semana al menos; así que deja de preocuparte, ni mi madre se comportaba así cuando me rompí el brazo de pequeña, hola Omar, perdona no haberte saludado antes pero como viste no me dejaron.- dijo dándole a Omar un beso en la mejilla, quien vio que Alejandro solo tensaba los músculos del rostro y lo miraba molesto.

-¿Celoso?- vocalizo Omar a espaldas de Marina, Alejandro le dio un golpe en el brazo con el puño

-idiota- fue la respuesta de Alejandro

Marina regreso a las pesas y ahí termino sus ejercicios, pero se dio cuenta que Omar y Alejandro estaban muy serios, pero lo dejo pasar, se fue a los vestidores y se refresco y se preparó para el dojo.

Alejandro la esperaba en la puerta muy serio.

-¿Qué pasa? ¿Estas molesto por algo o es solo que hoy amaneciste gruñón?

-perdona lo de hace un rato, pero me preocupa, que como eres tan testaruda hicieras algo que no debías, pero podrías haberte lastimado.

-lo sé, pero me podrías haber preguntado, además no soy estúpida, tengo en puerta un torneo importante como para lesionarme gravemente por necedad, ya déjalo pasar quieres, necesito hablar con los dos

-¿de qué?

-Me llego este citatorio a la casa y mis padres se alarmaron, pues no sabían nada ¿los citaron a Omar y a tí también?- dijo tendiéndole una hoja de papel.

-No, que yo sepa, pero Salí temprano de mi casa y no he vuelto, te diré mañana en clase- le dijo mientras revisaba la hoja que Marina le entrego.

-Mira Marina, es solo para que des testimonio, es lo que dice y no creo que sea para nada más, seguro que nos citan también a nosotros, no te preocupes- Le dijo Alejandro entregándole la hoja de papel, mientras ponía una mano en su hombro.

-Anda vamos al dojo- contesto Marina tomándolo del brazo. Alejandro sonrió.

Omar que los veía de lejos solo sacudió la cabeza, Alejandro nunca lo aceptaría pero ella le gustaba.