C3 Dos
Capítulo 2
- por Dios, debería ser ilegal - dijo Estefanía - límpiate la baba- dijo al darse cuenta de que yo también lo estaba mirando
- ese tipo es irreal - ella ni me escuchó. Ya iba a medio camino de encontrarse con él.
- hola, vecino- dijo ella para llamar su atención -¿puedo ayudarte en algo?
- bueno - dijo él sonriendo con esa dentadura que parecía mandada a hacer - puede que sí. Por como estas vestida puedo ver que trabajas aquí. Estoy buscando al señor Rafael Farrel, ¿crees que puedes ayudarme? - pude ver las bragas de Estefanía abandonar su cuerpo por la forma en que él le habló. Yo creo que las mías le siguieron.
- si claro que puedo ayudarte - le tomó la mano - sígueme - no es que tuviera intención de competir con Estefanía por este chico, pero si me atreviera a hacerlo, estaría pérdida. Ella era toda sensualidad, yo para nada, de hecho nunca he tenido mucha suerte con los chicos. La vi a ella regresar sola de la oficina del jefe.
- por dios, por poco violas al tipo en el medio del café - dije para borrar de mi cabeza las patéticas ideas que tenía.
- si me hubiera dejado, puedes estar segura de que lo abría hecho, ese tipo es fuego. ¿O me vas a decir que tú no lo harías?- lo pensé por un instante
- la verdad- hice una pausa- no lo sé. Me parece muy sexy, pero no se nada de hombres.
- pero te gusta- no soy ciega, el tipo esta de miedo.
- volvamos al trabajo, él no va a mantenernos y tenemos que pagar la renta.
Nos levantamos ambas y nos pusimos a arreglar el lugar para la tarde, en un rato más se llenaría el lugar de universitarios, siempre a la tarde venían aquí, o fue lo que me dijo fany.
- chicas denme un instante de su tiempo- nos dijo farrel. Venía con Gabriel a su lado- les presento a Gabriel Martínez, él es el nuevo administrador del café, él es universitarios como ustedes, su turno es nocturno así que deben conocerse.
- pues tiene razón señor farrel, nos conocemos- le dijo Estefanía- pero no de la Universidad. Lo conocemos de casa. Es nuestro vecino- el señor farrel miró su reloj.
- entonces le ahorran problemas - nos dijo - debo irme, tengo una reunión importante con un proveedor- se giró a Gabriel - estas a cargo, tengo plena confianza en tus referencias, así que me voy tranquilo.- salió por la puerta casi corriendo
- reunión importante? Si claro, ni que no supiera que va a verse con una de sus - estaba diciendo Estefanía y se detuvo cuando se percató de que no estaba sola, nos miró de hito en hito
- ¿de sus que?- le preguntó Gabriel
- de sus amigas- respondió Estefanía - él es un hombre muy sociable - yo no aguante más y me reí.
- creo que lo mejor es regresar al trabajo y dejar la vida privada del señor farrel en sus manos- opine, teniendo en cuenta la cara de Gabriel, no se había molestado por el comentario de mi amiga; pero no estaba dispuesta a hacer la prueba no nos podemos quedar sin trabajo ninguna de las dos.
- si, lo mejor que hacen es eso - sonrió con esa dentadura tan perfecta y se encaminó a la que sería su oficina a partir de hoy.
- le gustas - dijo fany cuando lo perdimos de vista
- ¿a quién?- le pregunté por qué de verdad no tenía idea de a qué se estaba refiriendo
- a Gabriel, le gustas
- ¿quién? ¿Yo? - le dije haciendo muecas sobreactuadas con las manos
- si tonta, claro que tú- me señaló con su dedo - ¿vez a alguien más aquí?
- estás loca - ella iba a seguir hablando y se abrió la puerta, la campanilla nos avisó, miramos y eran cerca de diez personas. -¿es normal está cantidad de personas juntas?
- ¿Eso son muchas personas?, no has visto nada princesa - ella tenía razón, esa tarde no tuvimos tiempo ni de mirarnos, las personas entraban en oleadas, apenas nos daba tiempo a limpiar las mesas antes de que se volvieran a llenar.
- y yo pensaba que la mañana fue complicada, esto ha sido peor- Resoplé y le dije a fany
- sí, ha sido un día difícil, pero ya terminamos. Prepararé para irnos a la universidad
- dios, estoy que me caigo del cansancio - era lo único en lo que podía pensar
- verás que es solo hasta que te acostumbres.- ella me volvió a repetir.
- chicas necesito hablar con ustedes antes de que se vayan - nos dijo Gabriel desde la puerta del pequeño salón de descanso donde nos encontrábamos - si pueden vengan a mi oficina- fany y yo nos levantamos y le seguimos. Él entró y se sentó y nosotras nos quedamos de pie, al otro lado de la mesa que utilizaba como buró.
-¿qué sucede?- pregunto mi amiga, como siempre directa
- bueno, ahora estaba analizando el día, vi algunas quejas en el buzón - saco unos cuantos papeles de una carpeta y los sostuvo en alto para que los viéramos, fany los tomo y los ojeó - café encima de personas, sal en las bebidas, y un montón más de quejas; fui muy conservador al decir que eran pocas, como pueden ver.- yo bajé la cabeza, cada uno de los errores que mencionó los cause yo
- ¿y qué tiene que ver? Son cosas que pueden suceder en un café
-¿todas ellas en un día? Estoy de acuerdo con que son cosas que pueden suceder. Pero no todas juntas de Estefanía, ¿me pueden decir que sucedió?
- lo siento Gabriel- me disculpe - fui yo, no se nada de trabajar y sé que estoy haciendo el trabajo de ustedes más difícil.- Estefanía iba a hablar y él levantó la mano para que se detuviera.
- me conformo con que lo reconozcas- me dijo él
- gracias Gabriel - le dije, fany y yo nos dispusimos a salir de la oficina
- luna, mañana aquí media hora antes- me freno en seco- si quieres aprender tienes que esforzarte - solo asentí, sus palabras fueron muy autoritarias como para decir algo más. Cuando salí y mire a fany, estaba con una sonrisa digna del gato de Alicia en el país de las maravillas
-¿y esa cara a que se debe?- hice una pausa- me asustas
- te dije que le gustas- tiene que estar loca, en ningún lugar del regaño entendí eso.
- no se considera lograste discernir eso dentro de su regaño
- mañana aquí media hora antes- dijo haciendo una pésima imitación de su voz -¿qué crees que eso significa?
- no lo sé, alomejor que quiere adiestrarme para que no destruya el café y nos queremos sin trabajo.- le dije de forma sarcástica
- piensa lo que quieras, yo creo que le gustas- ella salió caminando delante de mí- vámonos a la universidad, no tenemos transporte, así que si nos demoramos, llegaremos tarde.