C6 Seis

Freya

"Frey", me llamaron Clay y Alec. Estaba mirándolos fijamente a Joric y Britney porque, por ahora, eso era lo único que podía hacer.

"No fui yo quien se inscribió. Fueron ellos", les expliqué, y ambos dirigieron su mirada hacia el futuro alfa y la frustrada Luna. "El tonto y la más tonta", agregué, provocando su risa antes de que se pusieran serios.

"Tienes claro que no puedes retractarte, ¿cierto? El príncipe licántropo espera que seamos responsables de nuestros actos y tomemos nuestras propias decisiones. Por eso organizó el torneo con tan poca preparación", comentó Alec, y yo asentí. No estaba segura de si debía mostrarme débil ante ellos o qué hacer.

"Yo tampoco lo tengo claro. Tampoco quería participar", respondí. Sé que mamá y papá se preocuparán mucho cuando se enteren. Suspiré hondo. Necesitaba reflexionar bien sobre esto porque Pi ha estado muy alterada desde que conocimos a nuestra pareja. Se notaba diferente, aunque siempre ha sido sensata; estoy convencida de que algo le sucede.

Hubo momentos en que percibimos la infidelidad de nuestra pareja. Sentía su ira y su furia. Era como si quisiera acabar con quienquiera que estuviera con nuestro compañero. Como aquella vez que aulló de dolor y angustia, llamando a nuestra pareja y dejándole sentir nuestro sufrimiento.

"Ríndete en todas tus peleas", sugirió Alec, preocupado.

"¡De ninguna manera! ¡No soy una cobarde!", exclamé. Aunque lo sugiriera por mi bien, no me agradaba la idea y jamás lo consideraría. Puedo luchar, y eso lo sé mejor que nadie.

"¿Qué piensas hacer? ¿Dejar que tu oponente te hiera? ¿Cuánto tiempo crees que tardarás en sanar si todavía no cuentas con tu lobo?", insistió Alec.

"Voy a buscar una solución. De una u otra manera, no me retiraré y eso es definitivo", le aseguré, y tanto él como Clay suspiraron profundamente. Estaban preocupados por mí y lo comprendía; habíamos sido amigos y me habían visto ser acosada por un grupo liderado por el futuro alfa idiota y su zorra. Incluso intentaron enfrentarlos por mí, pero siempre los detuve.

Beta Jack no tenía hijos varones y Britney era su única hija. Desafortunadamente para él, su linaje como buen beta terminará con su generación. La manada jamás aceptaría a Britney como la futura Beta. No por ser mujer, sino porque no sabe hacer otra cosa más que buscar la atención de Joric, en lo cual, creo, fracasa estrepitosamente, ya que al idiota solo le interesa tenerla para calentar su cama.

Nuestro beta prosiguió con su anuncio hasta que llegó mi pareja. No esperaba que asistiera, pues había dicho que tenía asuntos importantes que atender en la manada vecina y no volvería hasta la cena. Me preguntaba qué le habría ocurrido. En cuanto llegó, su mirada recorrió el lugar, así que bajé la cabeza, intuyendo que buscaba a alguien.

Todos estábamos sentados y yo, que no soy muy alta, quedé oculta detrás de otra loba y su amiga, convencida de que él no podría verme. A menos que supiera que estaba con Alec y Clay, que destacan por su tamaño, incluso a su edad.

"Me complace que muchos de vosotros hayáis decidido uniros al torneo. Quiero recordaros que es solo una competencia amistosa y que su propósito es medir vuestra fuerza. Vuestro Alfa ha preparado un programa excepcional para el evento y confío en que todos respetaréis las normas que ha establecido", dijo Matteo. Yo solo escuchaba, manteniendo la cabeza gacha. No se molestaría si continuaba así, pues es nuestra forma de mostrar respeto a la realeza.

"Observaré a cada uno y veré cuánto habéis mejorado desde mi llegada, así que no me defraudéis. Debéis darlo todo y demostrar vuestro valor. Aun así, no tendré nada en contra de quien decida retirarse si cree que no puede enfrentarse a su rival, pero al menos que lo intente", añadió. ¿Pensaría que no sería capaz de luchar y por eso decía todo esto? Espera, ¿cómo sabía que estaba inscrita? No había olido a ningún licántropo cerca que pudiera haberle informado. ¿Y por qué diablos asumo que todo esto es por mí?

"Muchas gracias, Su Alteza", intervino el Alfa Daniel. Matteo concluyó su discurso y fue el turno de nuestro Alfa para infundirnos confianza. "Como ya hemos mencionado, mañana comienza nuestro torneo. Pero hoy es la inauguración, así que tendremos nuestra carrera de manada liderada por Su Alteza en persona", anunció. Mis ojos se abrieron de par en par, sin saber qué haría.

"Oye, tranquilo. Todos sabíamos que no tenías a tu lobo, así que era imposible que corrieras con nosotros", comentó Clay al percibir mi nerviosismo. Vaya, qué despistada soy. ¿Cómo pude olvidarlo? Claro, no me uniría a la carrera de la manada. Suspiré aliviada al pensarlo. 'Frey', me llamó Pi.

"¿Sí, Pi?", pregunté.

"Algo me está sucediendo", respondió.

"Yo también lo he notado. ¿Qué crees que sea?", indagué.

"No tenía ni idea. Pero lo que sea, me hace sentir bien", contestó.

"¿A qué te refieres?"

"¿No notas que nos estamos volviendo más ágiles y veloces? Nunca tuve problemas de ira, pero ahora siento ira y rabia, emociones propias de los lobos", explicó. "Creo que estamos en plena transformación, Frey", añadió.

"¿Transformación? ¿A qué te refieres?", pregunté con preocupación.

"Puede que por estar emparejadas con el príncipe licántropo, estemos comenzando a convertirnos en uno de ellos."

"¿Qué? ¿En serio?", exclamé, sorprendida.

"Sí, Frey... Han pasado cuatro lunas llenas desde que lo reconocimos como nuestro compañero. Esta noche es otra luna llena, la quinta, y en la sexta, habremos completado la transformación en licántropos. Nuestra única duda es si él podrá percibir nuestro olor o no".

"¿Eso explica por qué me siento más fuerte de repente? Quiero decir, ya tenemos sangre alfa, pero parece que estamos adquiriendo una fuerza aún mayor que la propia sangre alfa".

"Es muy probable. Mejor prepárate, porque dudo poder controlarme si me enfado. Tú deberías poder hacerlo", y la preocupación me invadió.

"Pero si siempre has sido tú quien me calma cuando me enfado. ¿Cómo es que ahora soy yo quien debe controlarte?", pregunté en un ataque de pánico. Era verdad, ella siempre había sido la serena y yo la impulsiva. ¿Cuántas veces me había detenido de enfrentarme a Joric, Britney y sus secuaces?

"Entonces, lo mejor será que intentemos mantener la calma y esperar que no ocurra nada durante el torneo", propuso y se ocultó detrás de mi cabeza.

"¿Qué te pasa?", preguntó Alec. "Has suspirado muy profundamente", observó. No quería preocuparlo, así que le sonreí y le aseguré:

"Estoy bien, solo me molestó que Joric y Britney me inscribieran en esto".

"No te preocupes, Clay y yo te respaldamos", aseguró.

"Gracias".

"No hay de qué", dijo Clay con una sonrisa.

"He decidido correr", les anuncié, y ambos me miraron como si estuviera loca. "Pero no a cuatro patas", aclaré sonriendo, y ellos también sonrieron. Clay propuso:

"Puedes subirte a nuestras espaldas cuando te canses".

"Es un lindo ofrecimiento, pero no, voy a intentar completar toda la carrera por mi cuenta", rechacé amablemente.

"De cualquier manera, cuentas con nosotros. No nos importará quedarnos atrás durante la carrera", afirmó Alec.

"Entonces, preparémonos y vámonos", dije, y todos nos levantamos. Eché un último vistazo a mi compañero antes de seguir a mis amigos. Solo esperaba que nada malo ocurriera durante la carrera.