C23 22
Allegra subió furiosa a la cubierta, donde sabía que encontraría a Duncan.
Llevaba la misma ropa del día anterior y el cabello recogido de manera descuidada en un rodete, con las mejillas coloreadas de la misma ira y pisando fuerte.
Era la primera hora de la mañana, y el clima estaba perfecto para pescar, echarse quizá al agua a bucear o disfrutar del paisaje