C104 Capítulo 104
Kalil.
Cerré la puerta de la habitación y caminé como si mis pies no estuviesen tocando el suelo.
«Estaba feliz. Pleno. Y si muy enamorado, enamorado hasta la médula».
Aspiré el aire varias veces mientras caminaba. Recosté la cabeza hacia atrás y comprimí los ojos mientras susurré:
—Gracias…
Era afortunado como ninguno.
Pero la comodidad y la paz solo me duraron escasos minutos