C2 Avery

Desde el punto de vista de Andrian

"¡Estás despedido, inútil! ¿Cómo puedes ser tan torpe que ni siquiera puedes manejar una taza de café? ¡Fuera de mi vista, ya!" le grité al décimo asistente personal que contraté en apenas dos semanas.

Simplemente no los entiendo. O son unos patosos o intentan seducirme. He probado con asistentes hombres, pero son demasiado lentos para mi gusto.

"¡Kyle! ¡Kyle!" vociferé desde mi oficina.

"¿Sí, señor?", respondió él, acercándose a paso ligero.

"Publica anuncios de vacante para asistente personal en mi empresa, y hazlo saber también en línea. Indícale a mi secretaria que cancele todas mis citas del sábado, porque esta vez seré yo quien realice las entrevistas en persona".

"Entendido, señor", afirmó antes de abandonar mi despacho.

Me llamo Andrian Carter, único hijo y primogénito de mis acaudalados padres.

Llámame grosero y arrogante, no me importa. No hay nada que desprecie más que a los plebeyos y, sobre todo, a las mujeres.

Son demasiado frágiles para codearse con hombres y, además, se entregan al primero que pasa. Lo único que buscan en un hombre es su fortuna, y por eso despido a mis asistentes casi cada hora.

Las asistentes femeninas que he tenido solo saben cómo intentar seducirme con sus atuendos provocativos, me pregunto cuándo se darán cuenta de que no me interesan.

"Andrian", oí a Avery llamarme. ¡Oh, no! La pequeña diablesa ha regresado del colegio. Carece de modales y si no fuera porque es mi hermana, ya le habría puesto límites.

"Avery, ¿cuántas veces tengo que decirte que no me llames Andrian?"

"Entonces, ¿cómo debería dirigirme a ti, Su Majestad?", preguntó con sarcasmo.

"Dime 'hermano mayor' o 'hermano Andrian'. ¿Acaso parezco uno de tus amigos?"

"Si mamá hubiera querido que te llamara 'hermano Andrian', lo habría puesto en tu acta de nacimiento, así que no me fastidies."

Voy a cambiarme de ropa ahora. Cuando regrese, saldremos. Tengo ganas de ir al parque y disfrutar de un helado al terminar. Luego, iremos al cine.

"Dame unos minutos y recuerda, no acepto excusas", dijo con firmeza antes de alejarse.

¿Cómo fue que me topé con esta mocosa? Seguro que no va a aceptar excusas, tal como advirtió, cuando vuelva.

Desde la perspectiva de Zoey

Por fin, hoy regreso a Estados Unidos. ¡Cuánto he extrañado a Andrian!

Amo a Andrian con todo mi corazón, pero él no lo nota. He intentado de todo, pero nada parece funcionar.

Andrian no soporta ni la presencia de otras mujeres; soy la única que tiene el privilegio de acercársele, y sé que será así eternamente porque es muy difícil de complacer.

Además, desde que falleció su madre, he sido la única mujer a su lado, y estoy convencida de que no me va a descartar así sin más.

Pocos minutos después, aterricé en Estados Unidos. Llamé a Andrian para que me recogiera, pero dijo que había salido con su hermana. ¡Esa pequeña diablesa!

Ella me detesta y yo a ella, pero finjo llevarnos bien cuando Andrian está cerca.

Sé que Andrian la adora y jamás saldría con alguien a quien su hermana no le agrade, ni hablar de casarse.

Llamé a uno de mis choferes para que me recogiera y nos dirigimos a mi mansión.

Desde la perspectiva de Skylar

Tras un día entero buscando trabajo sin éxito, decidí tomar un descanso bajo un árbol.

Debo mantenerme fuerte por Ella; no quiero que se distraiga de sus estudios.

Descansé alrededor de treinta minutos antes de decidir volver a casa.

"¡Skylar!" Ella gritó emocionada y corrió hacia mí.

"¿Cómo estás, Ella?" le pregunté, ofreciéndole una sonrisa forzada.

"Estoy bien. ¿Y el trabajo hoy?"

"El trabajo estuvo bien, tuvimos muchos clientes", le dije. Detesto mentirle, pero no me queda otra alternativa.

"¡Guau! Aún estaba dándole vueltas a cómo decirte lo de la matrícula. ¡Menos mal!

¿Cuánto has conseguido hoy?", preguntó ella con un entusiasmo desbordante.

Estuve a punto de derrumbarme cuando me hizo esa pregunta, pero me armé de valor; necesito ser fuerte por ella.

"Mañana recibiré el dinero."

"Gracias, eres la mejor hermana del mundo. Preparé tu plato favorito, vamos a comer."

"Prefiero darme una ducha antes, me uno a ti en un rato." Dicho esto, me dirigí a mi habitación a toda prisa y me desahogué en un mar de lágrimas.

¿Cómo voy a conseguir esa cantidad de dinero para mañana si ni siquiera tengo empleo?

Desde el punto de vista de Andrian

Llevé a Avery a todos los lugares que quería visitar y, te lo juro, fue extenuante.

Insistió en que fuéramos a pie. No tengo ni idea de cómo terminó siendo mi hermana, es demasiado cruel.

"Andrian, ¿no te parece que sería divertido volver caminando a casa?" dijo ella con una sonrisa inocente, mostrando sus dientes blancos.

"Avery, por favor... ya me has hecho sufrir suficiente, vamos a casa.

Llámame Andrian o como quieras, pero por favor... vámonos a casa."

"Awwn... El gran Andrian suplicándome. Está bien, pero a una condición."

"¿Cuál es la condición?"

"Que Zoey no aparezca por la mansión. Supe que volvió hoy, no quiero verla ni en pintura. ¿Trato?"

"¡Trato hecho!" Contesté sin pensarlo demasiado.

Solo quiero llegar a mi habitación y descansar del tormento que esta pequeña diablesa me ha hecho pasar.

"¿Cuándo piensas casarte?" Avery soltó de repente.

"¿Y a ti qué te importa?" le respondí, ya molesto por su comportamiento.

"Ya sabes, podría hacer que devuelvan el coche y entonces sí que tendríamos que caminar a casa," dijo con una sonrisa burlona.

"Está bien, ¿qué quieres?"

"¿Cuándo te vas a casar?"

"Deberías ser la primera en saber que las mujeres no me interesan en lo más mínimo."

"¿Entonces te atraen los hombres?"

"¡Por supuesto que no!"

"¿Entonces prefieres quedarte soltera y no tener un hijo que tome las riendas de tu empresa? Te lo juro por mi vida que aún eres virgen."

"Avery, ¿qué edad tienes?"

"¿Qué tipo de pregunta es esa? ¡Tengo 13 años, claro está!"

"¿Seguro? Tal vez mamá se confundió con el año que te dijo. Deberíamos revisar tu acta de nacimiento."

"Si me haces enfadar otra vez, nos vamos a ir caminando a casa."

"Perdón... No diré nada más."

"Mejor así. Solo asegúrate de no casarte con Zoey ni con ninguna perra insolente, o convertiré su vida en un verdadero infierno," amenazó y se metió en el coche.

¡Vaya hermana!

©️ Tricia