C64 Capítulo 64
Dijo roncamente. Su mano me soltó por fin y sus dos manos quedaron libres. La deslumbrante mirada que me dirigió hizo que el corazón me diera un vuelco al evocar la lujuria en mí también. Sus manos me acariciaban cariñosamente, excitándome cada vez más.
La suavidad de su tacto, su euforia, su seducción, todo es celestial