C5 C A P Í T U L O 4

CAPÍTULO 4

4. Le enseñare todo.

El mayor se levantó de encima del menor, el cual aún jadeaba por el reciente acto, notó como este lo miraba por completo sonrojándose al instante al ver a Edgar desnudo, se dio su tiempo para también mirar al joven que recientemente había follado y ultrajado sin piedad pero daba la coincidencia que tal no se quejaba y parecía gustarle.

Noto ese cabello café ese rostro perfilado con sus ojos verdes casi verde agua con unos suaves labios que le gustaba degustar, no tenía un abdomen detallado pero se notaba que hacía deportes además de sus brazos, bajo a ese miembro que lucía ahora flácido, pero era un poco grande....bueno....tiene dieciocho, el a esa edad no tenía el miembro que tiene ahora pero era bien proporcionado como el pequeño.

En su edad de adolescente caliente había tenido un montón de mujeres que rodaron por una costosa cama de hotel, no se permitía traer a ninguna mujer a su casa pues era un lugar intimo solo suyo y ahora del pequeño también, eran mujeres hermosas que le daban un placer inigualable lo hacían correr sin piedad incluso hubo hombres.

Pues no se negaba a nada de lo que el mundo tenía para él y le daba una probada a todo y aunque era fabuloso follárselos y que se la chuparan, lo vio como algo simple…no algo como que haría siempre pero la curiosidad lo mataba y esa noche estaba harto de su novia, de las mismas reuniones, harto de todo y ese niño que había dado la última gota fue el que logro vaciar el vaso y el que le dio una noche demasiado placentera.

Nunca se había corrido con tanta fuerza en ningún otro culo y fue ese culo, ese esfínter delicado y virgen quien se convirtió en un delicioso dulce, el dulce que va a disfrutar.

Pero el mayor quiere a ese pequeño en todo sentido de cuerpo, quiere conocer su cuerpo y que él sepa los puntos de este donde le darán mucho placer, en su mente se maquino la imagen de él pequeño chupando todo su falo con gusto, gimiendo con su polla dentro de su boca, el arremetiéndolo por detrás mientras el menor pide más, pero quería también algo que nunca se imagino quería ese mediano falo dentro suyo, quería sentirlo, ideas descabelladas y pervertidas, de esa tenía muchas.

Y él se lo mostraría, le enseñaría todo, eso se dijo en su mente le enseñare todo.

Sonriendo abiertamente estiro una mano y cogió ese miembro mediano que se agito en sus manos, lo escucho jadear y lo miró a los ojos, quería ver su expresión mientras lo tomaba con su boca.

Ryan no sabía que hacer el tenía su miembro sujetado no con fuerza ni débilmente lo tomo firmemente y soltando un jadeo cuando empezó a mover su mano no recrimino solo se dejó hacer como llevaba haciendo hasta ahora, pues no se sentía con la fuerzas de replicar y nunca las tendría pues el mayor lo hacía llenar de un placer que nunca tuvo ganas de saber pero ahora era algo que no podía vivir sin ello.

Edgar miró al pequeño que apretaba sus labios pero resistió sus ganas de morder esos labios y bajo su cabeza entre las piernas del pequeño y por primera vez tuvo sexo oral con un hombre, por lo menos con uno que nunca fue tomado por otro hombre o mujer, cubrió con su boca ese miembro mientras su mano ascendía y descendía con lentitud, quería tortúralo, bajo su boca tragándose ese miembro hasta que este toco su garganta movió su lengua rodeándolo, saboreando.

El pequeño se estremecía de placer debajo suyo con las nuevas sensaciones que el estaba dándole, probando su miembro algo que nadie había hecho pero el si había visto pues su drogado padre llevaba mujerzuelas a la casa cuando aún vivía con el y en plena sala hacían sus cosas.

Ryan no sabía el porqué de tantos gemidos por parte de su padre veía con asco ese acto y corría cada vez que pasaba fuera de esa casa hasta que eso acabara.

Pero ahora comprendía mientras gemía debajo de ese hombre, pues que el lo tomara con su boca era algo demasiado bueno, el mayor seguía lamiendo y chupando ese miembro con sus manos tomo las bolas de este y las masajeo obteniendo un gran gemido por parte del menor, apretó un poco y tomo con su mano el miembro y apretando subió hasta la punta sacándolo de su boca y por extraña razón lo quería devuelta en esta.

Miro los ojos del menor que estaban cerrados pero soltaba jadeos ahogados por su mano apretando y sobando su miembro, esa expresión le fascino.

- Hey - lo llamo deteniendo su mano, el menor abrió sus ojos y lo miro - Quiero que sientas todo lo que te hago, que aprendas, sientas lo que hago con mi boca con mi mano por que un día a ti, te tocara hacérmelo y quiero que me guste tanto como a ti.

El se ruborizo de golpe ¿cómo que el quería que le hiciera lo mismo? ¿Acaso quiere que el lo tome con la boca? La simple imagen lo hace ponerse rojo y por un lado quiere saber cuánto placer puede llegar a dar con algo tan simple pero que sabe este apreciara.

Edgar soltó su miembro despacio y lamio sus labios aun tenía el sabor de ese miembro en la boca, tomo las manos del menor y lo halo fuera de la cama, el cual lo miro confundido, su miembro estaba duro y él lo había hecho pero no era capaz de decirle que siga lo que hacía, la sirvienta se refería al señor de la casa con temor y eso era preocupante, su mano aun ardía por la cortada pero no le interesaba.

El mayor lo guio hasta el baño el cual tenía una gran ducha con un vidrio transparente se metieron allí, el mayor saco la gasa de la mano del pequeño he hizo que el agua corriera sobre ellos, una sabrosa idea corrió por la mente del mayor y sonriendo maliciosamente hacia el menor, quien lo miro con cierta curiosidad precavida no vio cuando este lo giro y lo estampo contra la pared,

Un jadeo salió de Ryan al sentir el frio mármol chocar con su cuerpo, sus palmas se posaron en estas su herida se sintió bien al contacto frio de este pero su aliento se cortó cuando sintió las manos del mayor en su trasero.

Había tomado su shampo y puesto en todo su falo y luego tomando un poco en sus dedos abrió esas nalgas blancas y metió un dedo, lo sintió tensarse entre sus manos, este seguía aun abierto pero lo tomaría de otra posición y lo quería bien abierto para el, cuando ya estuvo listo colocó la punta en ese lugar y separo las piernas del pequeño y tomando su cintura lo lleno de una embestida dura que hizo chocar contra la pared al menor quien soltó un gemido ahogado al sentirse llenado, entraba demasiado en aquella posición, pensó Ryan.

El mayor no se detuvo y empezó a mover las caderas contra ese culo dando lentas pero duras embestidas con las manos lo atraía hacia atrás logrando entrar más, Ryan se sostenía por las embestidas contra la pared mientras sus labios se abrían soltando gemidos llenos de placer mientras ese hombre volvía a ultrajar su esfínter con rudeza podía escuchar los gemidos del otro detrás suyos parecía disfrutar tanto como el, y sin esperarlo escucho el gruñido de Edgar y sintió como lo llenaba.

Trago saliva conteniendo un gemido de dolor pues era la segunda vez que se corría dentro suyo y empezaba a dolerle esa parte.

Salió despacio de su interior y noto el leve quejido que este soltó, se hizo para atrás junto con el pequeño haciéndolo apoyarse en su pecho, puso una mano en ese miembro notando que el no se corrió, frunció su ceño confundido, hasta ahora el pequeño lo había hecho ¿pero por qué ahora no?

- ¿Ryan estas bien? - le pregunto y noto cuando se tensó - Dímelo.

El pequeño se sobresaltó un poco al escuchar la fría voz de el mayor, trago sonoramente y soltó un suspiro al sentir las manos del mayor tocando su miembro.

- Me duele - soltó en un susurro.

- ¿La mano? - pregunto soltando su miembro y tomando su mano, pero este solo negó pues ya no le dolía mucho.

- Me duele...allí... - levanto su mano señalando su trasero, el mayor arqueo una ceja.

- ¿Tu entrada? - pregunto causando un sonrojo en su acompañante, sonrió ante eso, no sabía por qué pero que se pusiera todo tierno lo ponía y mucho.

Ryan asintió levemente con aún sus mejillas encendidas ante las muy directas palabras.

- Acércate a esa pared pon las palmas allí y alza tu delicioso trasero - el sabía que delicioso estaba de más pero quería decírselo.

Ryan lo hizo poniéndose aún más rojo pero no olvido lo que dijo delicioso trasero, debe serlo pues se lo ha follado tres veces y parece querer más, alzo su trasero en pompa y luego solo se dejó hacer, el mayor miro como hacia lo que dijo y cuando alzo ese culo sonrió al ver que se sonrojaba aún más.

Se acercó y poniéndose de cuclillas tomo ese trasero y lo abrió un poco lo agacho un poco pues no podía ver bien y al hacerlo pudo notar ese esfínter rojo de donde salía su semen, acerco un dedo y lo metió despacio, escuchó al menor quejándose pero siguió tocando.

Podía sentir las paredes hinchadas quizás hoy se sobrepasó pero es que quería tanto tenerlo, ahora debe comprar unas pomadas para hacerlo sentir mejor o sino este enfermaría.

Se levanto y sobo la espalda del pequeño.

- Venga, por hoy ha sido todo - dijo y se giró saliendo.

El menor salió lentamente, no comprendió muy bien sus palabras ¿acaso ya no lo tomaría? Pero el recordó que dijo por hoy, tomo una toalla y se secó despacio mirándose al espejo.

Noto un poco su piel pálida incluso su pelo mojado un poco largo pues dejaba su cabello para una peluquería no confiaba en sus habilidades manuales cuando se trata cortar cabello, ahora ¿cómo iría al colegio?

Sus amigos pensarían que está enfermo.

Entonces algo hizo click en su cabeza recordando, mañana seria domingo luego lunes y no podía faltar al colegio ¿lo dejara ir? Era una pregunta que temía preguntar pero debía hacerlo.

- ¡Venga pequeño, tengo hambre, apúrate! - lo escucho gritar, se secó rápido envolvió la toalla en su cadera y salió, viéndolo a el.

El cual había ido a su armario y buscado una camiseta blanca, un bóxer negro y un pantalón de dormir holgado pues debía mantenerlo bien, además de que aunque le gustaba ver al pequeño desnudo no podría dejar que su sirvienta lo mirara así, cuando salió lo miro.

¿Cómo diablos podía contenerse con el así?

El pelo mojado, su torso desnudo y con pequeñas gotas de agua y una toalla amarrada con un débil nudo en su cadera, el muchacho lo enloquecía hasta el punto de querer tomarlo a cada segundo, pero noto la mirada nerviosa del menor asique haciendo su calentura aun lado, hablo.

- Ponte eso - señaló la cama donde había puesto la ropa que escogió para el y giro a tomar su celular el ya se había vestido con casi lo mismo, ahora haciendo memoria recordó no saber nada del pequeño, aparte de lo que le dijo.

Lo cual era escaso.

Tiene padre y hermano ¿entonces por qué no lo han llamado? ¿O ido a la policía a reportar su desaparición? El pequeño debía explicarle unas cuantas cosas.

Por eso cuando se sentaron en la mesa que ya estaba servida, tenía a Ryan frente suyo, la mesa no era muy grande no era de muchas visitas el señor de la casa, lo miro notando como apretaba sus labios parecía debatir a decirle algo.

- Ya que no se mucho de ti y no quiero investigarte te preguntare - comento al notar que hablaría, el menor solo lo miro con nerviosismo - Algo sencillo, me dijiste que tienes padre y un hermano y te tengo aquí desde ayer, tu teléfono no ha sonado ni hay una foto en las leches buscándote ahora quiero saber el porqué de eso, solo tienes 18.

Ryan no sabía si contestar la verdad, pues esta lo avergonzaba, solo sus amigos más cercanos lo sabían y no tenía pensado contarle a alguien más su patética vida.

- Mi hermano vive en otro país - empezó a contestar lo mas sencillo aunque lo segundo también lo era pero le avergonzaba decirlo en voz alta y mas ante este hombre.

- ¿Y tú padre? - noto que el muchacho se tensaba notando que era algo de cuidado pero debía saberlo.

- Me escape de casa por eso nadie me busca - le contesto tratando de evadir la pregunta sobre su progenitor, el mayor abrió sus ojos al escuchar esa respuesta inesperada.

- Pues con mayor razón deben estar buscándote WW dijo y el menor negó con su cabeza - ¿No?

- Mi madre falleció hace mucho y mi padre...es...es...un drogadicto - allí esta soltó la bomba ahora veamos si explota.

Pero aquello nunca paso, el mayor solo asintió comprendiendo, sólo eso.

- ¿El te golpeaba? ¿Te trataba mal?

- El me usaba para darle dinero y comprar mas droga - Ryan se sentía avergonzado al hablar de ello y mas al no conocer al mayor ni si quiera sabia su nombre - No quería seguir allí, a los 13 escape y vivo por mi propia cuenta.

- Asique dejaste tu casa para vivir donde sea que vivías, trabajar en ese burdel de mala muerte y seguro ni estudias - el mayor estaba empezando a odiar a ese hombre y preocuparse por el menor, solo sentía que debía ayudarlo.

- Es el único trabajo que pude conseguir los demás pedían títulos, papeles y no tengo nada de eso - todavía recordaba todas las palabras que decían todas las personas cuando el les decía que no tenía nada de eso - ¿Cuánto tiempo voy a seguir aquí?

Se lleno de fuerzas para decirle, levanto la mirada al no escuchar nada por parte del mayor y noto al cruzar su mirada con esos grises ojos que lo miraban con burla, que quizás la respuesta no le gustaría.

- Eres mío, te tendré aquí el tiempo que quiera seguir follando tú culo, tú cuerpo me pertenece yo decidiré cuando soltarte y no creo que sea pronto pequeño - le contesto y luego la curiosidad llego - ¿Por qué? ¿ya te hartaste de mi?

¿Hartarse de él?

Se pregunto el muchacho estupefacto ¡si apenas iban dos días y el mayor ya lo había ultrajado y usado como una muñeca de hule!

Pero hasta ahora el no lo había lastimado, ni golpeado, menos gritado, aunque no se sentía a gusto allí tampoco sentía que odiaba al mayor.

- Debo ir a clases el lunes - susurro no le respondería lo que el dijo, debía saber su respuesta antes de que sea tarde.

- Entonces sí estudias y supongo que debes ir ¿en qué año vas? ¿Cuánto te falta por terminar? - debía saberlo para poder decidir qué hacer.

- Voy en el último año, solo cuatro meses y termino, necesito ir - contestó desesperado no puede faltar, pero luego recordó algo y soltó un suspiro resignado - Mejor no, igualmente me sacaran.

Edgar arqueo una ceja confundido, primero ruega porque lo deje ir y ahora le dice que ya no ¿este muchacho es bipolar o qué?

- ¿Te sacaran? No me digas que eres un pequeño diablillo y haces travesuras porque no podría creértelo - Ryan a sus ojos se veía tierno sin poder matar una mosca, hablaba mucho pero eso le gustaba.

- No tengo plata para pagar las pensiones y ya pedí muchas prórrogas - recordó con pesar, puesto que era la última que le darían o sino lo sacaban, ya tenía mucho con hacerse pasar de vivir con sus abuelos, tales que no existen, si alguien se entera lo mandaran a un orfanato y no quiere estar en tal lugar.

- Yo lo pagare - murmuro el mayor luego de pensarlo un poco, estaría muy ocupado un tiempo y no quería dejar al chiquillo solo y quizás dejándolo ir al colegio lo mantendría feliz y sin quejas, odiaría que el pequeño se volviera quejumbroso y empezara a hablarle como si su pareja fuese.

Ryan abrió sus ojos sorprendido no se esperaba eso por parte de el y obvio no había pensado en ello.

- No tiene por qué...

- Lo voy a hacer, por qué, no te lo diré, así que aprovecha mi buen ánimo de posfollar ¿de qué más tienes dudas? - se sentía tranquilo y satisfecho follar al menor en la cama y en el baño fue algo que valió la pena y aunque termino con un chiquillo adolorido, valió la pena tal cosa.

Al escuchar el porqué de su buen ánimo a causa de haberlo poseído se molestó un poco pero no dijo nada.

- ¿Entonces podre irme a mi casa? - tanteo la pregunta que hizo al mayor reír.

- Estoy con buen ánimo, pero no para tanto.

- Pero usted dijo...

- Yo dije que te pagaría el colegio, pero no que te irías de aquí, te iras al colegio en un taxi, termina el colegio vienes acá, nada de irte a otro lugar estaré aquí esperándote y si me haces esperar mucho pagaras las consecuencias - el mayor sonrió al verlo palidecer y luego recordó como el pequeño se refería a el - Por cierto ¿cómo me llamaste?

El menor frunció su ceño al no saber cómo le había dicho, solo se refirió a el de usted nunca lo llamó de alguna manera.

- ¿Usted? - pregunto confundido.

- Solo dejo que pocas personas me llamen por mí nombre pero por ahora puedes hacerlo, Edgar, así me llamo - los únicos que se podía referir a el de tú, era su familia y eso que solo sus hermanos lo hacían sus padres apenas y lo llamaban con su nombre, pero este pequeño debe saber su nombre para que lo gima cuando se corra.

- Ok - no sabía que más decir.

Ryan repitió el nombre del mayor en su mente....Edgar....el nombre le cae como anillo al dedo, sonrió un poco al recordar que irá al colegio y terminaría sus estudios y aunque no quería ser un mantenido por ese hombre, el le pagara todo, aunque nada es gratis el lo usaba tomando su cuerpo y no sabía por que para el era normal.

Edgar vio al pequeño con confusión tenía una sonrisa plasmada en su cara no sabía si era porque le dijo su nombre o por que dejo que fuera al colegio pero le gusto verlo sonreír y lo mantendría así.

Y aunque el mayor era alguien frío y terco no lo era con todos, su hermana y hermano menor eran tratados por el con cariño, sabía que sus padres no se lo daban y peor sus hermanos mayores y decidió el dárselo y parece que funciona cada vez que el va corren a el con grandes sonrisas, eso lo hacía feliz.

Eran los únicos que conocían al afectuoso Edgar y al saber lo que el menor pasó lo hizo pensar en su hermano menor y que el pasara por aquello lo atormentaría y no quería eso, las sonrisas de ellos eran felices y reales y esta pequeña sonrisa del pequeño lo hizo saber que debía protegerlo y lo tendría para si.

Sabe que lo que esta haciendo con el no esta bien, pero si los demás supieran lo delicioso que se siente al tomar posesión de ese cuerpo, chupar esos labios, saborear ese miembro, y al penetrar ese culo con rudeza, se sentía como el mismo y mas sabroso pecado y mas cuando el pequeño es tierno eso lo hace mas deseable.

Pero el no recibe ninguna queja del pequeño y no quiere tenerla, asique mientras eso no salga de sus labios y solo gemidos de placer seguirá tomándolo en su cama cada día.