C31 30
Me quedé unos minutos más después de que Leonardo se fuera. Tenía que pensar en todo lo que estaba pasando a nuestro alrededor.
Era como si nuestras vidas fueran dirigidas por una montaña rusa. En un momento estábamos bien, pero en el otro nos veníamos abajo con miles de problemas y situaciones nuevas que no sabíamos cómo afrontar. Solo tenía dieciocho y el veintidós