C37 36
—No veo nada, no puedo ver nada por mi ojo izquierdo —al terminar de escucharlo solté el aire que tenía retenido, aunque era un problema, no era tan grave como no poder ver por ninguno de sus ojos.
El médico rápidamente empezó a examinar su ojo, pidiendo que cerrara su ojo derecho.
— ¿Qué pudo haber salido mal? —preguntó uno de ellos