C18 CAPÍTULO 18
Más tarde ese día, alrededor de las 3 p.m., recibo una llamada de Evan.
—Hola, Eleanor —dice en cuanto contesto.
—¿Cómo estás, Evan?
—Todo iba bien hasta que mi primo me llamó a gritos preguntándome por qué te estaba distrayendo en el trabajo con flores.
—¿Hizo qué? —pregunto, incrédula, sin poder creer lo que Evan acaba de contarme.
—Así es, Eleanor. Y lo más irónico del asunto..