C4

Zayne

Aprovecho cada oportunidad para echarle un vistazo, ella me mira un par de veces, pero su expresión sigue revelando la misma indiferencia de antes. Tengo que admitir que me intriga. Suelto una risita al recordar su comentario sobre lo efímero del matrimonio. Aunque coincido con ella, lo dice sin pelos en la lengua, lo que demuestra que tiene agallas.

"Ya nos vamos a retirar. ¿Qué planes tienen para esta noche, chicos?" pregunta mi padre mientras damos cuenta de los últimos pedazos de pizza.

"Creo que voy a terminar el libro que empecé hace unos días", responde ella. ¿Quién se pone a leer un viernes por la noche?

"¡Cerebrito!" exclamo, con la esperanza de que me regale otra mirada con ese rostro tan hermoso y me dirija la palabra, pero no hay reacción ni mirada alguna de su parte.

"Zayne tiene un punto, Maija. Me encanta que disfrutes de la lectura, como le gustaba a tu padre, pero es tu último verano antes de la universidad. Deberías salir y disfrutar un poco", dice Carolyn.

"Leer es divertido, mamá", insiste Maija. Carolyn la observa y exhala un suspiro. Esta chica no solo es bella e inteligente, sino también terca. Me muerdo el labio, imaginando lo emocionante que será verla contorsionarse de placer en mi cama.

"¿Y tú, Zayne? ¿Qué planes tienes para esta noche?" pregunta Carolyn justo cuando estoy fantaseando con hacer el amor con su hija.

"¿Zayne?"

"Eh, nada especial, solo voy a encontrarme con unos amigos más tarde", consigo articular finalmente.

"Deberías invitar a Maija a acompañarte".

"Madre..." Maija lanza una mirada fulminante a Carolyn. ¿Le resulto tan desagradable que prefiere sumergirse en un libro antes que pasar tiempo conmigo? Esbozo una sonrisa maliciosa. Me va a encantar conquistarte, hermanita. Siento cómo mi excitación amenaza con romper el tejido de mis pantalones. Menos mal que ya había quedado con Sienna antes.

"Por favor, Zayne, me harías muy feliz", insiste mi nueva madrastra con una sonrisa que me llena de un calor y consuelo tan grandes que casi me siento tentado a acceder a su petición. A pesar de estar ardiendo de deseo, puedo esperar y ver a Sienna mañana. Necesitaré una ducha fría y prolongada antes, pero podría funcionar. Estoy a punto de ceder, pero Maija ya tiene otros planes y, al parecer, no me incluyen.

"Mamá, mamá, está más que claro que él tiene planes de acostarse con alguien. ¿En serio pretendes que yo le arruine el plan a mi nuevo hermano?"

"Maija", exclama Carolyn, mientras papá y yo nos quedamos boquiabiertos. Maija no muestra ni el más mínimo atisbo de arrepentimiento.

"Mamá, ya te dije que mi plan es leer esta noche. Y en cuanto a Zayne..." Mi miembro palpita cuando ella pronuncia mi nombre. Se levanta, se dirige hacia la escalera y sonríe.

"Es hora de ligar", dice, y sube corriendo las escaleras antes de que su madre pueda replicar. Suelto una risita y niego con la cabeza; definitivamente, la franqueza es otro rasgo que añadir a la lista de mi atractiva hermanastra. Me pongo de pie de un salto y me escabullo. Salgo de la casa y me dirijo al Jaguar porque, como bien dijo Maija, tengo una cita ineludible.

*********

Sienna se monta sobre mí mientras nos disponemos a ir por otra ronda. Ya van tres veces, que es lo máximo que suelo aguantar, pero esta noche mi deseo es insaciable. No puedo dejar de imaginar a Maija montando mi miembro, y eso me excita de nuevo a los pocos minutos de haber terminado. La deseo como nunca antes. Anhelo esos labios rodeando mi miembro, sus muslos entre los que quiero perder mi rostro. Aumento el ritmo frenéticamente mientras la imagino gimiendo mi nombre. Joder. La embisto una y otra vez hasta que un orgasmo avasallador me recorre. Jadeando, caigo exhausto al lado de Sienna.

"Cariño, ha sido increíble", dice Sienna a mi lado. Balbuceo algo mientras mi mente vuelve a Maija; seguro que ahora está acurrucada en su cama con un libro. Daría cualquier cosa por estar acurrucado con ella en este momento, sumergido hasta el fondo, gimo sintiendo cómo me endurezco de nuevo.

"¿Cariño, cariño, cariño?" Sienna me arranca de mis ensoñaciones.

"¿Cómo?"

"No me estabas haciendo caso", se lamenta. "Eres un imbécil. Terminas y acto seguido te olvidas de que existo". Suelto una carcajada. Obviamente, mi cabeza estaba en otra parte; solo tendría que repetir lo que dijo, pero no, prefiere quejarse y fastidiarme. Me levanto de un salto. No tengo ganas de aguantar esto ahora. Me salgo de la cama y me visto rápidamente.

"¿Y tú a dónde crees que vas?"

"A mi casa, te escribo más tarde."

"Zayne, si sales por esa puerta, no vuelvo a acostarme contigo jamás". Asiento mientras cierro la puerta detrás de mí. Siempre hace el mismo teatro, pero siempre termina llamándome cuando le apetece. Tengo problemas más serios en los que concentrarme, como averiguar cómo voy a pasar el verano si no logro seducir a mi hermanastra.