C4 Capítulo Cuatro: La reacción de la mujer

Cuando el sol de la mañana irradiaba a través de las ventanas pintadas en la habitación de Yang Chen, él meneó su cabeza. A punto de levantarse, sintió que había algo envuelto de su cuerpo.

Le hizo más lúcido y miró hacia abajo. Era la mujer que trajo a casa después de emborracharse anoche.

Lo abrazó por su cintura. Debajo de la manta, los pechos presionaron contra sus muslos. El toque delicado era tan suave como lo de terciopelo. Los muslos blancos y tiernos envolvieron la parte baja de su cuerpo, revelando la línea de su ingle. Todavía había algunos rastros de lo que pasó anoche.

Su rostro inocente y hermosa que era casi perfecto que Yang Chen no pudo evitar pero exclamar, que de todas las mujeres que había conocido en su vida, ella definitivamente tenía la capacidad de ocupar los primeros tres puestos de su lista.

Cuando Yang Chen contemplaba su cuerpo como una obra de arte otorgada por dios, por el rabillo de sus ojos, vio una mancha de sangre seca en la sábana.

Se suspendió un poco, frunció el ceño mientras miraba a la mujer que todavía estaba dormida. Por supuesto que no sangró él, pero tampoco no podía creer que tal crapulosa era en realidad una virgen.

Pero ahora le parecía más lógica. Comprendió rápidamente que la mujer con mucha iniciativa y concupiscencia de anoche sería probablemente drogada por el calvo y los demás. Si no fuera él que los echó a salir por casualidad, ella, con pelo negro y toda su belleza, habría sido la víctima de ellos. Pero ayer estaba tan borracho que no sentía nada rara cuando se fue a casa con ella.

Cuando Yang Chen estaba sentado en la cama, pensando qué iba a hacer con ella, la mujer que estaba por encima de él se despertó.

Ella abrió los ojos con la mente confusa. Levantó suavemente la cabeza y vio a Yang Chen que estaba mirándola con indiferencia.

Era un hombre desconocido, pero se sentía familiar con el olor de la hormona de los hombres alrededor de ella. Después de pensar con fuerza, se le iba surgiendo las memorias de ayer... ¡Ella ahora supo lo que había pasado!

Después de que Yang Chen descubrió que ella no era una prostituta, estaba muy curioso sobre lo que iba a hacer. ¿Golpearlo y maldecirlo? ¿Llamaría a la policía? ¿O iba a chantajearlo? Si esto fuera el caso, Yang Chen no sentía ninguna culpa. Ella podría hacer lo que quisiera. Si no fuera él, ella habría sido maltratada por un grupo de hombres. Si era la culpa de alguna persona, sólo podría culparse a sí misma por entrar accidentalmente en el grupo de los lobos.

Sin embargo, la reacción de la mujer era sorprendentemente tranquila.

Ella se incorporó lentamente, bajo la luz del sol, quitó la manta. Era un shock visual para él. Su cuerpo era tan atractivo como un jade blanco esculpido que hizo a Yang Chen aspirar más rápido.

Hubo incluso marcas rojas por los golpes en su cuerpo, y había incluso se emplastó un poco de semen.

La mujer bajó de la cama sin avergüenza. Estaba completamente desnuda. Cuando andaba por él, se vio fácilmente el pendejo debajo.

Pero justamente por la calma indiferente, Yang Chen sintió un poco presionado. Después de tomar una respiración profunda, le dijo: "Lo siento."

La mujer estaba dando la vuelta para ponerse la ropa interior. Cuando lo oyó, se paró. Sin embargo, siguió poniéndose la ropa sin decir nada.

Yang Chen tampoco dijo nada más, pero sentía mucha presión como si hubiera sido una piedra en su corazón, casi no podía respirar. Habían pasado muchos años desde que había sentido tanta culpa por follar con una mujer. En los años pasados, las mujeres eran como las curaciones, no eran como personas que tenían ideas. Pero ahora se sentía culpable por una mujer después de una noche. Yang Chen sospechó si fuera porque había relajado por tanto tiempo y su cabeza funcionaba mal.

En menos de cinco minutos, la mujer ya se había puesto la ropa y nadie podría notar la diferencia. Luego, en silencio, se dirigió hacia la puerta.

Yang Chen vio que ella iba a salir sin decir nada, le preguntó: "¿Conoces este barrio? ¿Quieres que te acompañe a casa?"

Pero esta vez, la mujer salió de la habitación y cerró la puerta sin parar.

Yang Chen se quedó mirando la puerta cerrada y rio con un punto de amargura. Ella podría ser considerado la mejora que había visto en su vida. Pero justo cuando estaba a punto de levantarse, Yang Chen, cuyos oídos habían superado a los oídos de la mayoría de las personas, escuchó un sollozo desde el pasillo fuera de su habitación.

Parecía que ella está llorando, pero no quería que él la viera o escuchara. Sin embargo, no sabía que su audiencia era mucho más mejor que ella pensaba, por lo que todavía la escuchó.

Pensando en cómo estaba tratando de contener las lágrimas, Yang Chen se sintió cada vez más culpable.

* *

Después de ponerse la ropa, Yang Chen recordó que todavía tenía que trabajar en un puesto de kebab. A pesar de que con esta forma en realidad no ganaba mucho dinero, le gustaba mirar a la gente pasando en la calle ruidosa. No le importaba el dinero.

Cuando llegó a su puesto empujando la carretilla, Li, que ya estaba vendiendo salchichas fritas, sonrió y le dijo, "Hijo, Has llegado tarde hoy. ¿Tenías una cita ayer?"

Yang Chen pensó que no había ninguna cita, sino que durmió con una chica. Pero cuando abrió la boca le respondió suavemente: "¡Que va! Es imposible. Me he levantado tarde."

Li se rio, y le dijo con cierta satisfacción: "Mi hija Jingjing terminó sus prácticas en la empresa y volvió a casa. Me dijo ayer que tengo que agradecerte. Si no fuera tú, mi familia no habría sido capaz de soportar cuando tenemos mi espesa enferma y una hija haciendo prácticas en un sitio muy lejano".

La hija de Li, Li Jingjing, era la hija única que tuvieron cuando estaban muy mayores. La trataron con mucho cariño. Después de graduarse de la universidad, se fue a otra ciudad a hacer prácticas en la empresa por dos meses.

Yang Chen había visto a la chica dos veces. Ella tenía los caracteres típicos de las mujeres en la parte sur de China, que era pequeña y delicada. Sin embargo, era la hija de su amigo. No iba a ligar con ella.

"Jeje, no hace falta agradecerme. Si en futuro no tengo el dinero para comer, me da gracia si me dejas de comer las comidas tuyas." Yang Chen le bromeó.

"¡Perfecto!" Li asintió con la cabeza, "Casi me he olvidado. Mi esposa y Jingjing me dijeron a invitarte a nuestra casa esta noche"

"Esto ... Eso no hace falta. Si tenéis problemas económicos, no hay que invitarme y tal."

Li se fingió que estaba enfadado y le dijo, "¿Cómo podría empobrecerme con una comida? Solo una comida sencilla, si no vas, será un insulto a mi familia."

Yang Chen no podía discutir más, que no pudo rechazar su invitación, sólo pudo aceptarla asintiendo con la cabeza. Li alegró sonriéndose.

Pero justo en este momento, unas figuras aparecieron otra vez en la calle. Al ver a Yang Chen y Li, el líder de los pandilleros rio siniestramente.