C28 28. Pequeño saltamontes
—Se me metió el calzón a la línea del trasero.
—Señorita, si sigue hablando tendrá que hacer cincuenta sentadillas —la profesora le gritó a mi amiga en el momento en que pasamos trotando a su lado.
—Vieja de mierda, están todos hablando y sólo me escucha a mí —Kat gruñó—. Es más