C31 31. ¿Quieres apostar?
—Tanto tiempo sin verte, pequeña cagona —Benjamín besó mi mejilla y yo le pegué en el hombro.
—No me digas así, estúpido —lo miré enojada.
—¡Benjamin, no molestes a Zoë! —la señora Aniston fulminó con la mirada a su hijo y se acercó a mí con una sonrisa—. ¿Cómo estás? Por lo que veo bellísima, igual que siempre.
Le di un abrazo y besé su mejilla.
—Que lindo le queda el cabello negro