C32 32. Chileno
—Te dije que me iban a dejar entrar.
—Coqueteándole al guardia, eso es trampa —Anne bufó y yo reí.
—Puede ser.
—¡Allá está Ondreaz! —Kat entrelazó su mano con la de nosotras y caminó entremedio de la gente que bailaba hasta llegar a la barra donde estaba mi amigo vestido completamente de negro.
—Queremos tres daiquiris, guapetón —puse la voz más sensual que pude