C219 Se había ido.
Una explosión de conmoción recorrió el aire cuando Tina se dio la vuelta, con el rostro desencajado por la incredulidad. La cabeza de Neil se disparó hacia arriba, con el rostro húmedo por las lágrimas de rabia, pero seguía atrapado en el suelo. Los ojos de Tina se habían vuelto tan abiertos como platos enteros, "¡¿Qué?! C-cómo... ¡eso es imposible!"