C9 El Joven Maestro Ye defiende a su esposa

Al escuchar esa voz familiar, Shen Qi levantó la vista para ver a Ye Moxuan entrar empujado por Xiao Su.

Con el repentino cambio de la situación, sintió una inexplicable tranquilidad.

Ye Moxuan le dirigió una mirada indescifrable. Los ojos humedecidos de Shen Qi se estrellaron contra los de su esposo, negros y fríos, lo que les produjo una ondulación parecida a la de un guijarro que cae al agua alterando la calma de un lago.

Shen Qi no ha perdido su belleza, por el contrario, sus rasgos faciales están muy marcados, pestañas largas sobre unos hermosos ojos que parecen agua de un claro manantial. Todo el aura de este mundo se refleja en ellos.

Aunque sus pestañas estaban manchadas con un brillo de cristal y sus ojos rojizos, trataba de contener unas lágrimas deseosas de salir, no quería que la compadeciesen.

Su rostro estaba blanco y un tanto desencajado, como si estuviera enferma.

Ye Moxuan sentía su corazón inexplicablemente emocionado. Volvió la vista con frialdad hacia las criadas, las cuales se estaban mordiendo la lengua.

"Joven Maestro Ye...". Las criadas inclinaron la cabeza una por una, temerosas de hablar.

"¿Cual de vosotras ha vilipendiado a mi señora?"

Shen Qi se sorprendió gratamente al escuchar estas palabras, con las que él admitía frente a todos que era su esposa.

Pensando en que unas criadas habían ridiculizado a Shen Qi, de repente su cuerpo se crispó como si salieran rayos de todos sus poros, provocando que estas temblasen como la hoja de un almendro al viento.

Ye Moxuan miró con detenimiento a las criadas esperando que confesasen, pero tras un largo rato, y a la vista de su silencio, dijo de forma implacable: "Como ninguna lo admite, estáis todas despedidas, y me aseguraré de que nadie os contrate en el futuro".

"¡Han sido ellas! ¡Ellas han molestado a tu esposa!" Tan pronto como escuchó que iba a ser expulsada, la criada que no había participado en el escarnio a Shen Qi, inmediatamente señaló a sus compañeras, las cuales se arrodillaron con presteza en el suelo pidiendo misericordia.

"Joven Maestro Ye, hemos cometido un gran error".

"Joven Segunda Señora, nos hemos comportado mal, por favor, perdónenos".

"Por favor, Joven Segunda Señora, denos otra oportunidad!"

Ye Moxuan emitió un grave zumbido: "Xiao Su".

"¡Sí!" Xiao Su hizo una seña a cuatro sirvientes que hacían de guardaespaldas junto a la puerta.

Shen Qi escuchó como las sirvientes se habían disculpado pidiendo perdón, pero su rostro se mantuvo impasible.

Ella no era la Virgen para perdonar los graves agravios de que había sido objeto. Si se mostrase dispuesta a interceder por ellas, solo conseguiría que la tratasen aún peor en el futuro.

Después de que las cuatro criadas fuesen arrastradas fuera, la sala recobró la calma.

Ye Moxuan se encaró con la criada que había delatado a sus compañeras y dijo con voz amenazante: "La próxima vez que alguien se atreva a faltarle al respeto a mi esposa, las consecuencias no serán tan benévolas, ¿lo entiendes?"

"Sí, Joven Maestro Ye".

Ye Moxuan hizo un gesto para que la criada se retirara y volvió a mirar fijamente a su mujer; su estado de ánimo era difícil de explicar.

Hizo una pausa durante unos segundos antes de decir: "Hasta que la encontremos, tu serás la señora aquí.

Shen Qi, desconcertada, preguntó a su marido: "¿Encontrar a quién?"

Súbitamente, la figura de Ye Moxuan se volvió sombría y aterradora: "¡No preguntes nada, solo recuerda tu verdadera identidad!"

Sin más, Ye Moxuan indicó a Xiao Su que le llevase arriba. No se molestó en echar un vistazo a la pequeña mujer que quedaba detrás de él, pero su expresión denotaba una cierta intranquilidad.

Estaba empezando a sentir por ella algo que no había previsto...

Observando como se alejaba, Shen Qi tuvo pensamientos contradictorios. ¿A quién estaría buscando? Él salió rápidamente en su defensa cuando las criadas la despreciaron, e incluso llegó a nombrarla como su esposa.

De todos modos, siempre y cuando no la afectase, no tenía por que preocuparse.

Al día siguiente.

Shen Qi se levantó y se vistió con ropa elegante y un sombrero para ir de nuevo al hospital.

Los resultados de la prueba no la dejaron dormir en toda la noche, pero tenía la esperanza de que fuesen erróneos.

Cuando entró en el hospital, Shen Qi se puso unas gafas de sol y una mascarilla que traía en su bolso. Debía tener cuidado, por si acaso se encontrara con algún miembro de la familia Ye.

Mientras hacía cola para entrar en la consulta, el vestido llamativo de Shen Qi atrajo la atención de varias personas.

Quiso mostrar una imagen que pasase desapercibida, pero había logrado el efecto contrario.

Cuando finalmente llegó el turno de Shen Qi, el doctor no pudo evitar fruncir el ceño al comprobar que solo mostraba sus ojos.

Estaba a punto de empezar la consulta cuando unos hombres muy fornidos vestidos de negro penetraron en la habitación. El doctor saltó de la silla con inquietud:" ¡Quiénes son ustedes! ¡Seguridad, alguien ha entrado sin permiso en el centro médico! "

Shen Qi vio como esas personas se estaban acercando a ella, por lo que trató de salir corriendo muy asustada.

Pero solo pudo ponerse de pie, porque uno de los hombres la agarró fuertemente, y tras cargarla en su hombro, salió de la sala.

"¿Qué quieres de mí, déjame ir?" Shen Qi, que estaba siendo llevada como un saco roto con la cabeza boca abajo, golpeaba y pateaba a su raptor, a la vez que gritaba angustiada por el pánico: "¡Ayuda! ¡Socorro!"

-

Villa Xilong.

"¿Donde esta esa persona?" Ye Moxuan fruncía con intensidad el ceño para preguntar mientras miraba la villa vacía.

Cuando supo que habían atrapado a una extraña mujer en el hospital de obstetricia y ginecología, Ye Moxuan dejó de lado todo el trabajo que tenía entre manos.

"Están a punto de llegar". Xiao Su asintió respetuosamente.

En ese momento, se escuchó un grito agudo: "¿Qué vas a hacer? ¡Déjame!"