C33 La caza
Había llegado la hora. La noche que todos habían estado esperando.
Los lobos Dankworth estaban uno al lado del otro, cada uno mirando fijamente la oscuridad de la noche, determinando el juramento que harían para la cacería.
Lancelot ya había trazado su rastro, que le llevaría directamente a donde una manada de ciervos descansaría durante la noche