C60 Uno menos
Envuelta en sus brazos, con los latidos de sus corazones sincronizados y la nariz de él enterrada en su pecho, Roxanne sintió que por fin podría dormir un poco.
Desde que se embarcaron en aquel extraño viaje de negocios, le había sido imposible siquiera descansar un minuto, y agradeció la oportunidad de cerrar los ojos en paz.
Hasta que ya no fue tan tranquilo