C73 No llores
La princesa se aferró a ella. Colocó la mano derecha bajo los hombros de Roxanne y la levantó suavemente, hasta que Roxanne quedó sentada. El lado derecho de su mejilla estaba manchado de hierba y tierra húmeda, mientras que en el otro tenía impresa la huella de la mano de Marilyn, que aún le escocía por la dolorosa bofetada.
Acuclillándose a su lado