C31 CAPÍTULO 29
Ivette, abrió los ojos, desperezándose buscó el cálido cuerpo de Zahir, pero él ya no estaba, sin embargo el lado de la cama que había usado estaba aún caliente y conservaba su aroma.
El malestar del día anterior había pasado y aunque seguía sintiéndose un poco débil, tenía mejor ánimo para enfrentar el día y sus consecuencias.
Cuando llegó al desayunador todos estaban ya listos