C37 CAPÍTULO 35
Zahir, escuchó el grito de terror de Isabella y se acercó a ella para abrazarla y brindarle un poco de consuelo.
-Debes ser fuerte, Isabella. No puedes rendirte ahora.
-Todo estará bien- gimió Ivette, con las lágrimas derramándose por sus mejillas.
-¿Está. . . está muerto?- preguntó para certificar sus sospechas.
-No, no lo está- Zahir, lloró- pero está muy delicado, tiene una herida grave