C59 Estaba muy mojada y muy sabrosa (capítulo 2)
Liz empezó a juguetear con mi cinturón, desabrochándolo mientras me subía la camisa por la cabeza. Empujó mis pantalones hasta el suelo y sentí cómo sus manos acariciaban mis piernas, mis muslos, mi culo, antes de alcanzar finalmente y con suavidad mi polla, ya tiesa, y subirla y bajarla, despacio al principio, luego más deprisa