C8 Relaciones peligrosas con una esposa joven (Parte 8)
Las dudas de Tony se esfumaron en un suspiro cuando Yvonne, con una risa burbujeante, exclamó en tono de broma: "¡Tony! Eres terrible".
Se acomodaron en el suelo y Yvonne se puso a cuatro patas, con la cabeza y los hombros bajos y el trasero en pompa.
Con una palmada suave en el interior del muslo, Tony le sugirió: "Separa un poco más las piernas". Ella, dócil, abrió más sus rodillas