C29 Perder interés
Dante estaba absorto en una animada conversación con Nicole en el pasillo fuera de su oficina. Se reían de la broma que Dante le había gastado a su hermano, sabiendo que a estas alturas debía de estar echando humo.
"DANTE, a mi despacho", retumbó la voz de Bruno, sobresaltando a Nicole y Dante. Se giraron para mirar al ogro que se acercaba.
"Buenos días a ti también, Bruno", respondió Dante