C45 CAPÍTULO CUARENTA Y CINCO
Abro los ojos a un lugar oscuro y maloliente. Miro a mi alrededor para tratar de ver si reconozco dónde estoy, pero no lo hago. Trato de cambiar mis ojos a mis ojos de loba, pero no puedo. Intento contactar con Eva, pero tampoco puedo. ¿Dónde diablos estoy? Me levanto del suelo frío y trato de sentir algo a mi alrededor, en la habitación, para adivinar dónde estoy